Voces groseras y ofensivas (2)

En el caso de Yucatán muchas voces (mayas o híbridas) fueron usadas por los españoles para ofender al indígena maya y aún perduran en la población.

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Las palabras groseras forman parte de los llamados tabúes lingüísticos y no son buenas ni malas sólo hay que saber dónde, cómo y cuándo decirlas.

Se emplean para insultar, directa o indirectamente, refiriéndonos al nivel intelectual de la persona, a lo obsceno, a lo sexual o lo escatológico. Por supuesto, todo depende de la intención. Así, pueden aludir a los órganos sexuales, las necesidades fisiológicas, las secreciones corporales y las relaciones y orientaciones sexuales. La lengua maya no es ajena a esto.

En el caso de Yucatán muchas de estas voces (mayas o híbridas) fueron usadas por los españoles para ofender al indígena maya y aún perduran en la población. A veces se encubren, disfrazan o suavizan mediante eufemismos. Por ejemplo, cucaracha o cuca es un eufemismo para aludir al sexo de la mujer; a veces llamada con la voz maya chiwó [chiiwoj] (tarántula, por la semejanza que guarda con esta araña. 

Para nombrar a una persona morena se usa la expresión maya box-it, de boox, negro e iit, trasero o fondillo [fundillo]: ¡Tu fundillo, eres un mentiroso!  Tanto box-it, box-pel o box-queso como box-kep son parte de la terminología propia del prejuicio racial. 

En  Yucatán, no es lo mismo decir huevón que tardo o flojo; o su sinónimo maya joykep (de jooy, flojo/a y keep, miembro viril), a decir perezoso, negligente, holgazán en forma despectiva. En femenino sería joypel (peel, vagina). Mujer floja, que no le gusta trabajar. Un sinónimo sería melem-kep (de meelem, manso, lento y keep). Si es mujer se usa xmelem-pel.

A una persona de temperatura ardiente o susceptible de ser excitada fácilmente se le dice choko-it. Del maya, chokoj, caliente e iit, trasero o fondillo. Como sinónimos se usan el hibridismo choko-rabo, con el mismo sentido, y no tiene necesariamente que ver con “rabo-verde”. Los jóvenes hoy día dicen “estar o ser cachondo”, si tienen el apetito sexual exacerbado. Por ejemplo: “Rosita es bien cachonda”. 

Un chech-kep es un llorón, cobarde. Que no sabe perder en ninguna actividad de la vida en la que se puede también ganar. Del maya chéech, lloriquear y keep, pene o miembro viril. En femenino sería chech-pel, mujer que lloriquea por todo sin razón válida; “quejona”, eternamente insatisfecha y descontenta con su suerte. Con sinónimo se usa el hibridismo chechón/ chechona.

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