Waantul, el toro gigante
En una noche de vigilancia vieron los peones cómo un toro de extraordinario tamaño cruzó caminando la barda de la hacienda y se tomó toda el agua del abrevadero.
El 15 de abril de 1987, Roger Cuy Vergara me contó el siguiente relato: don Eusebio Escalante era el dueño de la hacienda ganadera de Calcehtok al principio del siglo XX y no permitía que alguien más tuviera ganado. Debido a esto, su hacienda era grande y próspera.
En los corrales de este lugar había un bebedero muy grande, como de 60 metros de largo. Podía satisfacer la sed a 5,000 cabezas de ganado. Los vaqueros siempre llenaban a diario este recipiente, pues, cuando caía la tarde, los animales que venían de pastar y a guarecerse en los corrales bebían el agua. Pero no se la tomaban toda.
Una mañana, el abrevadero estaba completamente vacío y el caporal preguntó a los vaqueros qué pasó. Ellos no supieron qué responder, pero tuvieron que llenar el recipiente. Esto sucedió varias veces más. Entonces los peones decidieron montar guardia nocturna y aclarar el misterio.
En la segunda noche de vigilancia vieron cómo un toro de extraordinario tamaño cruzó caminando la barda de la hacienda, que era bastante alta, y se tomó toda el agua del abrevadero. Luego se fue por donde vino.
Informaron al caporal de lo sucedido y fue a comprobarlo personalmente. Así conocieron al gran toro Waantul, el dueño del ganado. Afortunadamente, este ser sobrenatural dejó de ir a la hacienda.