En las últimas semanas se ha hablado y polemizado con respecto a los premios de la academia, y claro, las estatuillas en manos de Alejandro González Iñárritu, pues bien, mi foco de atención se centró en la música y los diseñadores de audio como siempre.

El caso de la música, también conocida como Original Sound Track, me hizo mucho ruido, pues ya había visto la película Birdman y estaba altamente complacido por la forma en que se integró el casi eterno solo de batería para describir situaciones y darle ritmo a las magistrales interpretaciones de los actores de ese gran reparto.

Casi imposible era que cualquier otra película tuviera en su sound track, tan original modo de aplicar y convertir en una obra maestra una película… pero…

Whiplash… sí, Whiplash, la historia de un joven talento en las percusiones, me llevó personalmente al filo del asiento, quedando claro el por qué se llevó el premio mayor.

Además de las actuaciones geniales, la música, el centro de la historia es algo realmente magistral, para recrear en una película el agresivo habito de la perfección, se tuvo que lograr precisamente eso, perfección, pues imagino a músicos y bateristas intentando encontrar el error para llenarse la boca en comentarios de descalificación, y esto no podían permitírselo los realizadores, la historia es muy buena y hasta motivante para nóveles músicos, que por medio de los temas ahí plasmados, les involucra en un mundo de ejecuciones de temas con dificultad de interpretación de alto nivel, cosa que se es positiva.

El tema central de la película es la canción Whiplash y sé perfectamente que amantes del jazz están hasta ofendidos con el largometraje; sin embargo, repito, lo que se logre con la película en músicos jóvenes para mí es lo importante; otro de los temas y al que personalmente no le daba el valor correcto pues ya la conocía es Caravan, hasta el momento que es ejecutada en la cinta le di el crédito que merecía…

Para amantes del cine es muy buena película, sobre todo al saber que su realizador es un joven llamado Damien Chazelle de tan sólo 30 años, a esto debe darse todo el crédito.

Un aplauso de pie para los ganadores de este año, sí, todos estamos orgullosos de G. Iñárritu… pero algo que me llena es que personalmente aprendí más sobre la difícil carrera de los músicos de alto rendimiento.

Groove on!!!