A todos nos gusta recibir premios ¿verdad? Es satisfactorio saber que estamos haciendo un buen trabajo y que además que se nos reconoce por ello. En política y Gobierno, un premio puede ser muy controversial. Tal es el caso del premio de la Agenda Desde lo Local, que otorga el INAFED, el cual evalúa la responsabilidad, la planeación, la gestión y la evaluación de las actividades que lleva a cabo el Ayuntamiento.

La verdad es que cuando uno lee los rubros a evaluar y los indicadores, se podría asumir que todos los municipios cumplen y llevan a cabo todo, como debe de ser, pero la realidad es que hay ayuntamientos que tienen luz roja en todo y no cumplen con nada. En Yucatán tenemos 12 municipios en esta situación y sólo dos con nivel de excelencia. Dos de ciento seis… alarmante ¿no cree?

Recuerdo que en el trienio pasado, el Municipio de Progreso se hizo acreedor a dicho premio. Al hacerse público el reconocimiento, que la alcaldesa presumió en todos lados, la gente reaccionó negativamente porque para ellos, los habitantes, era evidente que el Municipio no respondía a sus necesidades y ciertamente tampoco cumplió sus expectativas. En ese caso, el reconocimiento se devaluó. Se empezó a rumorar que la alcaldesa lo había comprado y eso le quitó seriedad y credibilidad al premio y, por supuesto, a la misma autoridad municipal.  

Siguiendo con Progreso, la ciudadanía ha visto un cambio en la forma de gobernar con el nuevo presidente. Ahora hay un gobernante que no es muy carismático, no le gusta andar en público o en fiestas ni luciéndose en eventos y se ha concentrado en organizar el ayuntamiento y en llevar más obra permanente que actos temporales. No es raro leer notas de policías a los que se da de baja por pedir mordida a un conductor a cambio de no poner una multa, por poner un ejemplo.

Este año, Progreso y Valladolid han ganado el premio a la excelencia del que hemos hablado. Aunque lo entregaron hace unos días, no he visto que lo hayan presumido como en años anteriores. Hablé con Daniel Zacarías y lo noté contento por el reconocimiento, pero no engreído. Mi opinión es que deberían presumirlo más porque las condiciones de gobierno ahora son distintas. Desde aquí una felicitación por el premio y un reconocimiento a su trabajo.

Para terminar, vamos a reflexionar un poco. Ahora que se ha aprobado la cuota de género, lo invito a que responda: ¿a qué mujeres cree usted que vayan a candidatear los partidos? De esas mujeres, ¿cuántas son capaces e ideales para el puesto? Hay mucho qué pensar.