¿Y los legisladores federales?

Identificados más por sus escándalos y nunca por logros trascendentes, los legisladores federales no están a la altura del desafío...

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Identificados más por sus escándalos y nunca por logros trascendentes –tal es el caso de los senadores Jorge Emilio Niño Verde González Martínez y Luz María Beristáin Navarrete, la “Lady Senadora”–, los legisladores federales no están a la altura del desafío, y tenemos la impresión de que tales posiciones han sido desperdiciadas.

De los tres senadores, el ex gobernador Félix González Canto ha tenido, para sorpresa de algunos, el desempeño más adecuado, en gran parte por la calaña de quienes tienen asignado su gigantesco escaño.

Senadores de valía que ha tenido Quintana Roo, como los ex gobernadores Miguel Borge Martín, Mario Villanueva Madrid y Pedro Joaquín Coldwell, así como el dos veces aspirante a la gubernatura, Joaquín González Castro, adquieren dimensiones de titanes al ser comparados con el “Niño Verde” y con “Lady Senadora”, cuyos escándalos de cantina y lavadero los han pintado de cuerpo entero, dejándolos sin maquillaje a pleno sol.

Contar con tres senadores no beneficia del todo a Quintana Roo, como tampoco nos beneficia el contar con seis diputadas federales, tres de ellas plurinominales.

De hecho, dos mujeres que triunfaron en los comicios de julio de 2012 abandonaron la curul para meterse de lleno en la batalla electoral como candidatas a alcaldías: Graciela Saldaña Fraire (PRD, Cancún) y Alicia Ricalde Magaña (PAN, Isla Mujeres).

De sus suplentes no se tiene noticia, aunque Alicia Ricalde llegó por la vía plurinominal, al igual que Gabriela Medrano Galindo (PVEM) y Lizbeth Gamboa Song (PRI).

Incluso, el diputado chetumaleño Raymundo King de la Rosa anda metido de lleno en la refriega electoral, como coordinador de la campaña de Paul Carrillo de Cáceres, candidato del PRI a la alcaldía de Benito Juárez.

El proceso electoral les ha restado todos los reflectores, salvo que a algún senador se le ocurra exhibirse, cayendo en las redes sociales a la velocidad de la luz, como ha ocurrido con dos de nuestros deplorables senadores.

Pero los logros de nuestros legisladores federales son tan escasos, como un oasis en el desierto del Sahara. Y esta cosecha los deja muy mal parados en su conjunto, independientemente del color de su playera.Con la mira en las regidurías

Gran parte de los candidatos a las alcaldías capitalinas no se hacen ilusiones, y consideran que más vale regiduría en mano que ver una alcaldía volar.

Por ello sus campañas son mera simulación, desperdiciando foros y oportunidades para difundir sus propuestas.

Son realistas, pero más realistas son sus dirigentes que se niegan a invertir un modesto peso en ellos. Es el mundo real de las campañas, a lo largo y ancho de Quintana Roo.

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