Y no volverax

Extraigo del libro de don Mario Bolio el auto epitafio Elegía a la memoria del famoso Poeta del Crucero Don Maximiliano Salazar.

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Pasamos la vida dialogando con el más allá, muchas veces sin darnos cuenta. De Aristóteles a Pichorra, citamos de continuo ideas, refranes y frases a veces estrafalarias que le dan sentido particular y color a nuestras vivencias.

Entre efemérides cívicas, literarias y personales, nos expresamos, nos cargamos de contenido y, a veces, escribimos de ello. Aunque últimamente se ha hecho más frecuente de lo normal que algunos casi inmortales hayan decidido… morirse, lo que me ha llevado a la siguiente situación:

Viendo el señor editor
por La Parca frecuentado
mi artículo semanario,
pregunta si no es mejor
darle un  sitio mejorado
en la sección de Obituario.

Para variar esto, venturosamente, en puesto de honor del anaquel de novedades de la librería de la Universidad de Yucatán, encontré el reciente libro de don Mario Bolio García, Poesía etílica y anécdotas de cantina, panorama completo, sustancioso y condensado del humor yucateco y de nuestra poesía festiva. En una mini enciclopedia del tema, don Mario hace el recuento y nos ofrece en un solo y completo aparador, las obras perpetradas por nuestros legendarios repentistas, siguiendo el hilo común del brindis festivo, de Pichorra y el Vate Correa –que domina la escena por la cantidad y calidad de sus genialidades- hasta Fernando Espejo. Todo meticulosamente apoyado en los eruditos yucatecos que registraron -y ellos mismos fueron autores- el arte del epigrama, el panfleto y la bomba llevado a la excelencia en nuestra tierra.

A don Mario Bolio, escritor,  juglar e investigador acucioso, le debemos entre muchas aportaciones una monumental recopilación en tres tomos digitales titulado La canción yucateca, que incluye 1,846 páginas, 1,400 canciones y más de 500 fotografías. Dan cuenta  de su vena poética y su sustancia personal estas palabras que presentan el libro sobre su natal Progreso, un siglo de poesía y canciones, con indudable aliento Lopezvelardiano: Hay en estas tardes románticas y quietas, / ansias infinitas de investigar las cosas / y son por lo volubles, por lo caprichosas, / como las sonrisas de las novias coquetas…

Si ya se “gastaron” los libros en la librería de la UADY y quiere además acercarse a la obra de don Mario, puede consultar su sitio es-la.facebook.com/mario.boliogarcia o dirigirse a los correos [email protected] y [email protected] 

Como despedida y para no perder la costumbre funeraria, extraigo del libro de don Mario el auto epitafio Elegía a la memoria del famoso Poeta del Crucero Don Maximiliano Salazar Primero: Y descansa en esta losa fría / de noche y de día / el alma del bardo / que ha llegado muy tardo… / Por eso te fuiste Max / Y no volverax.

Y esta contundente calavera que nuestro gran músico Ermilo “Chispas” Padrón le dedicó a otro de los grandes de nuestra trova, buen y malhablado amigo suyo, que seguramente le contestó “fuerte”: Aquí yace bien, / cual calaca moribunda, / un carnicero de tercera, / un trovador de segunda / y un hijo´e p… de primera: / ¡Pastor Cervera!

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