Zona de guerra en Progreso

Hoy los habitantes de Flamboyanes viven con el Jesús en la boca, a merced de las pandillas de los Félix y los Sureños.

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Un gran reto enfrentan las autoridades policiacas de Progreso con el vandalismo en Flamboyanes, donde campañas para involucrar a los jóvenes en actividades deportivas, y pláticas que la Policía Federal y la PGR han impartido en escuelas, no han servido de mucho.

El problema va más allá, pues los padres de familia alcahuetean a sus hijos y los defienden cuando la policía está tras ellos. En Flamboyanes, dice la autoridad, hay una terrible desintegración familiar, por lo que urden una estrategia para poder apagar el fuego, que iniciara hace un tiempo con la reubicación de los habitantes de las zonas conocidas como Cartonlandia en la ciénaga. Hoy Flamboyanes es zona de guerra y sus habitantes viven con el Jesús en la boca, a merced de las pandillas de los Félix y los Sureños.

Hasta a los maestros se les ha perdido el respeto y temerosos de que por reprimir a algún alumno tome represalias, dejan que las cosas transcurran y lo que menos quieren es quedarse en este lugar donde los Félix han amenazado a los policías que viven en la zona con lastimar a sus familias si realizan la detención de sus integrantes.

Es una bomba de tiempo que hay que desactivar si como anunció el alcalde pretende impulsar desarrollos habitacionales en la zona. Muchas casas que hizo el IVEY son abandonadas porque “más vale que digan aquí corrió que aquí murió”.

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