Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- Los turistas vuelven a realizar el nado con tortugas al terminar el receso decretado por la Semarnat. Se registró un aumento del número de visitantes, pero los cooperativistas no todos lograron alcanzar la venta de los 12 tour que se les tiene autorizado. Los permisos para nado con tortugas vencen este mes de marzo, por lo que estarán a la espera de la renovación. Asimismo, no se les ha dado fecha para ocupar la superficie a donde serán removidos para dejar el camellón central del camino de acceso libre.

Wilberth García, socio de la cooperativa Ak Venture, dijo que al reanudar las actividades luego de la suspensión por espacio de un mes del nado con tortugas, no habían registrado ventas, a pesar de la gran cantidad de turistas que ingresaron a la bahía central de Akumal y esperan colocar los servicios a medida que transcurran los días.

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Durante el mes de receso, las cooperativas optaron por ofrecer los paseos hacia otros sitios como la caleta de Yalkú, o el santuario de los monos, pero son sitios poco atractivos para el visitante.

Por otro lado, se les ha pedido reubicarse a un costado del camino de acceso, pero aún no han logrado realizar la inversión que se requiere para levantar un sitio donde ofrecer los servicios cada una de las cooperativas.

Requiere de una inversión de recursos que por el momento no tienen disponible lo que debe esperar. Los espacios fueron asignados a algunas de las cooperativas.

El centro de visitantes y museo de la tortuga marina que se les ha plateado construir, seguramente es una buena inversión, indicó, pero los desplaza del punto de venta que es el camino donde ingresan los turistas. El sitio se pretende ubicar hacia el lado norte del puente peatonal, colindante con el predio donde se ubican vestigios arqueológicos.

Asimismo, los permisos bajo los cuales trabajan con restricciones por parte de la Semarnat, vencen en unos días más y tendrán que esperar las condicionantes de esa dependencia en caso de renovarles los permisos.

Son cerca de 30 permisionarios, entre ellos algunas empresas privadas que fueron beneficiadas para el uso no extractivo de las especies de tortuga marina que habitan la bahía de Akumal.