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RUSIA.- Rusia es el país más grande del mundo en cuanto a superficie y tiene varias particularidades que lo hace un país único: su territorio está en dos continentes, tiene 11 husos horarios distintos y la cuarta parte de agua dulce no congelada del mundo. El 14 de junio de 2018 atraerá a cientos de miles de personas que querrán ver una de las competiciones deportivas más esperadas: el Mundial de Fútbol. Pero ¿qué pasa entre partido y partido? ¿Hay algo para ver en las ciudades que visito?

Moscú
El corazón de la ciudad es, como no podía ser de otra forma, la famosísima Plaza Roja, una de las plazas más extensas del mundo. Lo tiene todo: edificios de gobierno, museo, galerías de compra, iglesias y hasta un mausoleo.

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A un costado de la plaza se encuentra el Kremlin, un recinto cerrado donde está la residencia oficial del presidente de Rusia y alberga diversas oficinas de gobierno, iglesias ortodoxas, una campana enorme y un museo de armas. En uno de los extremos de la Plaza Roja, la catedral ortodoxa de San Basilio domina el horizonte con sus colores vivaces y sus torres cuyas puntas tienen forma de cebollas. Otro de los edificios imponentes que adornan la calle es la galería de compras GUM, con marcas de lujo aunque también otras accesibles al bolsillo de un ciudadano medio. Enfrente, descansa el cuerpo embalsamado de Lenin.

Hay mucho más para ver en la ciudad más allá de la Plaza Roja, barrios con mucho encanto que se sitúan a un lado y el otro del río Moscova.

San Petersburgo
El Palacio del Hermitage reúne diversas obras de arte adquiridas a coleccionistas europeos y está en pleno corazón de la ciudad, donde hay muchos otros edificios históricos. La colorida Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada (¡vaya nombre!) cuenta con preciosos detalles y te será imposible dejar de observarla. Está construida sobre el lugar donde se produjo el asesinato del Zar Alejandro II a fines del siglo XIX y en ella se ha instalado un museo contando la historia del zar.

San Petersburgo tiene su Versalles, el Palacio de Peterhof era el palacio de verano del zar Pedro el Grande, con sus jardines y fuentes monumentales. Se encuentra a unos 30 kms de San Petersburgo y merece la pena una visita.

Esta ciudad es relativamente joven, cumplirá 300 años en el 2023, cuando la ciudad se vestirá de gala para celebrarlo. A pesar de su corta trayectoria dentro del país, Ekaterimburgo tiene una importancia vital en los acontecimientos políticos recientes que han marcado un antes y después aquí y en el mundo: fue donde se produjo el asesinato del zar Nicolás II y su familia, finalizando la era de los zares y dando origen a los siguientes años de comunismo.

Kazan
Es una ciudad tranquila y relajada que descansa a orillas del río Volga. Es la capital de la República de Tartaristán, uno de los 83 sujetos federales que conforman Rusia.

Una de las construcciones imperdibles que tiene Kazan es su Kremlin, muy similar al de Moscú en tanto y en cuanto adentro hay oficinas de gobierno, pero con la diferencia que además de la Catedral ortodoxa de la Anunciación, sobresalen sobre sus altos muros los minaretes de una mezquita blanca con detalles en azul.

Kaliningrado
Quizás sea la más europea de las regiones rusas, sobre todo por su localización y herencia prusiana. Es un territorio separado del país, que limita con Lituania y Polonia y tiene un acceso privilegiado al mar Báltico.

Sochi
Esta ciudad es el "balneario" de los rusos que, a pesar de estar rodeado de las montañas del Cáucaso y de impresionantes centros de esquí, su ubicación sobre la costa del Mar Negro y su clima templado atraen a miles de visitantes locales. Una vez en la ciudad, no hay que perderse el caminar por la costanera y disfrutar de su playa.

Hay dos parques para visitar, el parque Drendari y el Parque Riviera, ambos geniales si se está viajando en familia. Además están las instalaciones olímpicas y las lagunas minerales que se dicen que tienen propiedades curativas.

Si te reservaste más tiempo para recorrer Rusia, uno de los viajes más cotizados por los turistas de todo el mundo es el Transiberiano, el mítico viaje en tren que recorre la Siberia en unos 9 días, desde Moscú hasta Vladivostok.

Con información del portal de viajes Skyscanner.