Christian Coquet/SIPSE
MÉXICO DF.- Computadoras forradas con calcomanías, juguetes en el escritorio, cafeína y una buena iluminación, es el común denominador de lo que se encuentra en los escritorios de los jóvenes que buscan desarrollar sus ideas en el CTIN (Centro de Tecnología e Innovación).

Mentes brillantes de todas partes de la República, con ideas que buscan resolver problemas cotidianos y cambiar las vidas de muchas personas, convergen en un gran salón en donde reciben el apoyo y capacitación necesarios para llevar a cabo su proyecto.

Combatir la pobreza alimentaria

Fernando Álvarez, un joven ingeniero en sistemas de 23 años, de Veracruz, ha vivido la pobreza de cerca, y su proyecto "Más Cosecha" que mediante un dispositivo de sonidos ultrasónicos ahuyenta a las aves para evitar los daños en las siembras.

Según un estudio de la FAO, en promedio un 50% de las cosechas se pierden debido a las aves, cada hectárea tiene un valor de 3,300 pesos por lo que la pérdida es de por lo menos mil 500 pesos.

El dispositivo de Fernando que tendrá un costo de mil 500 pesos, será amigable con el medio ambiente ya que no dañará a las aves, y su alimentación será a partir de una batería solar que le da autonomía al dispositivo por dos semanas.

iPad para invidentes

Joaquín Casanova Córdova, un joven fisicomatemático de Campeche trabaja junto con otras personas para desarrollar un dispositivo Braile para llevar libros en formato PDF a las personas invidentes a través de una tableta llamada MyDot.

Su ‘tablet’ sólo requiere la inserción de tarjetas SD con libros precargados para que los puntos en el dispositivo sobresalgan, permitiendo su lectura en formato Braile.

De acuerdo al sitio oficial de este prototipo, en México sólo 5 editoriales producen textos en este formato para personas invidentes, la producción de un libro en Braile es muy costosa, por lo que son contados y, de acuerdo con Joaquín, esto fomenta un gran nivel de analfabetismo en este sector tan vulnerable.

Manos que ayudan

No todas personas que asisten al CTIN llegan con un proyecto, tal es el caso de Abril Martínez, ingeniera en sistemas con especialización en desarrollo web que participa en la elaboración de los sitios de estos y otros proyectos que aquí se incuban.

De acuerdo con Lorena Guevara, coordinadora del CTIN, en julio contaron con 10 becarios activos con áreas de especialidad tan diversas como física, matemáticas, diseño y otras, desarrollando proyectos de salud, educación, cultura y social entre otros.

Lorena nos contó que los jóvenes, procedentes de diversos estados de la República pueden aplicar a través de su sitio web para proponer un proyecto.

Al ser aceptados, los jóvenes reciben capacitación y una beca de hasta ocho mil pesos, así como alimentación de lunes a viernes para concentrarse en desarrollar su idea para tratar de cambiar al mundo.