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MÉRIDA, Yuc.- Luego de que se revelaran importantes fallos en los dispositivos Galaxy Note 7 de Samsung -concretamente en la batería, la cual explota-, las compañias telefónicas mexicanas que venden el equipo comenzaron a exhortar a sus clientes a devolver el equipo. 

El 2 de septiembre de 2016, Samsung anunció que detuvo las ventas del Galaxy Note 7 a nivel global. La compañía ha emitido una alerta a todos los operadores, incluido AT&T en México, y se inició un proceso para retirar estos dispositivos debido a problemas de seguridad relacionados con la batería. 

AT&T México ha suspendido las ventas del Galaxy Note 7 e insta a sus los clientes a apagar sus dispositivos e intercambiarlos por un nuevo equipo, de acuerdo con un boletín de la empresa. 

Los clientes de AT&T que adquirieron un Note 7 podrán elegir cualquier dispositivo Samsung, a excepción de tabletas, como reemplazo temporal a su teléfono celular. 

Los usuarios de pospago que intercambien su equipo antes del 23 de septiembre recibirán 3 meses de servicio de cortesía. Si el equipo es intercambiado a partir del 24 de septiembre, el cliente recibirá un mes de cortesía. Esta bonificación aplicará en el periodo de noviembre a enero, informa la empresa. 

Los clientes tendrán también la posibilidad de intercambiar el equipo temporal en el futuro por un nuevo Note 7. Los detalles de este proceso se darán a conocer próximamente. 

AT&T México pone a disposición de sus clientes la línea telefónica 01 800 303 1001 en un horario de 9:00 a 21:00 hrs. de lunes a domingo para más informes. 

Por su parte, Telcel no ha emitido una postura sobre el problema que afecta a los teléfonos Note 7 de Samsung y continúa ofreciéndolo en su sitio web. 

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La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC, por sus siglas en inglés) hizo formalmente un llamado para la retirada del mercado de todas las unidades comercializadas en ese país, donde se calcula que se vendió un millón de los 2,5 millones de teléfonos distribuidos globalmente.

La empresa coreana ya había iniciado, por su parte, un proceso voluntario de recogida de los dispositivos, pero la medida fue criticada por las autoridades estadounidenses.