Por Rafael Destúa

George Lucas no mató la saga de “Star Wars” con las tres películas de los noventa, pero algunos fans pretenden que esos tres primeros capítulos no existieron; sin embargo, tras ver la nueva entrega, cualquier seguidor de la serie agradecerá al director haber vendido la franquicia a Disney, y permitir que la renovaran.

La vida de una chatarrera de Jakku, un desértico y olvidado planeta del imperio, cambia radicalmente cuando se encuentra con un pequeño robot de la serie BB. El encuentro la convierte en blanco de “La Primera Orden”, las tropas de élite del imperio, comandadas por el temible lord sith Kylo Ren, detonando aventuras al lado de personajes que ella creía míticos.

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Que Disney “robara” al creativo J.J. Abrams de la serie de “Star Trek” quizá no fuera un movimiento sútil, pero definitivamente prueba que fue bueno. El director, al lado del veterano Lawrence Kasdan, y Michael Arndt, ideó una historia que revitaliza la esencia de lo mejor de las cintas previas -incluído el sabor de antiguo serial de los años 30-, y también maravilla, todo contado con gran dinamismo.

Abrams nos introduce poco a poco en un mundo que vivió la guerra entre el imperio y la república, pero mucho tiempo atrás, y donde lo que interesa es sobrevivir. Los detalles ayudan a que sintamos vivo este universo y nos interesemos por sus habitantes, que no sean meros escenarios y títeres en la guerra.

Una vez establecidos esos puntos y que nos presenta a la nueva generación de personajes, entonces empieza la montaña rusa de combates, persecusiones, intrigas y sorpresas, con un ritmo excitante que ya no se detiene. Abrams mantiene la calidad, es fiel a los personajes, y aunque cae en algunos de los errores comunes de las cintas de acción -bombas que explotan en cinco minutos que duran media hora-, sólo los quisquillosos nos fijamos.

El mayor mérito de esta serie es el casting, en particular el de Daisy Ridley, en el papel de “Rey”, quien trabaja con pasión y convence incluso en los momentos más complicados; es dura cuando pelea y dulce cuando conversa. John Boyega hace buena mancuerna y no se queda atrás, pero Oscar Isaac y Adam Driver quedan algo lejos.

De la vieja guardia, Harrison Ford, Carrie Fisher, Mark Hamill, Anthony Daniels y Peter Mayhew, todos cumplen y conmueve verlos.

Efectos especiales, visuales, música, diseño de producción, dirección artística y fotografía, son todos espectaculares, haciendo que sea obligatorio ver esta película en el cine... dos veces.