Cherán, el pueblo donde se extinguieron los políticos
Después de ser ignorada por los gobiernos estatal y local ante la inseguridad en la región, la población de Cherán decidió regirse por usos y costumbres.
Érika Flores/Milenio
CHERÁN, Mich.- En plena agitación electoral, la comunidad de Cherán, Michoacán, es un municipio peculiar. Aquí ya no existen los políticos; al último de ellos, el exalcalde Roberto Bautista, no se le vio más desde 2007, por lo que desde ese año se inició su extinción.
Regido por el sistema de usos y costumbres, Cherán, en la zona de la meseta purépecha, es el único municipio del estado donde no habrá elecciones el próximo domingo. Por eso, recorrer sus calles y avenidas principales es un deleite a la vista: sin propaganda, sin candidatos, sin partidos políticos. Los mensajes inscritos en las bardas públicas son tajantes. "Partidos ojetes, Cherán no es un juguete".
Los cheranenses fundamentan sus resoluciones: en 2007 sus políticos se coludieron con el crimen organizado, permitiendo extorsiones y la entrada de talamontes que, clandestinamente, afectaron los bosques, que consideran sagrados. Pidieron ayuda al alcalde y al gobernador, pero nadie llegó. Por eso, desde abril de 2011 determinaron regresar al sistema de usos y costumbres, con el que se rigen hasta hoy, solucionando de manera colectiva todo lo relacionado con seguridad, economía y obra pública, etcétera.
"La democracia no es exclusiva de los partidos políticos, es del pueblo; así lo dice el artículo 39 constitucional", refiere Salvador Torres, profesor e integrante de la comisión de enlace de Cherán con el Instituto Electoral de Michoacán. "No se van a instalar las urnas el día 7. No es que no queramos a los partidos definitivamente, sino que la democracia está en crisis", argumenta.
Aún recuerdan cómo vivían en el sistema de partidos. "Eran muy convenencieros, solo los militantes tenían derecho de pedir y nos alejaban de nuestras costumbres. Por aquí estuvieron Cuauhtémoc Cárdenas, Silvano (Aureoles), Cristóbal Arias... mucha gente que venía ¡y se les atendía muy bien! Porque la gente echaba la casa por la ventana", recuerda Sebastián, profesor de educación física que también pertenece a la comisión.
Adelante, pero sin propaganda
Ahora son más unidos en Cherán, dicen, porque eligen quién los guía como comunidad. Describen una vida tranquila en la que se terminaron las extorsiones, robos a casa, amenazas, incendios y despojos del bosque. "Ahora puedes andar todo el día en la calle gracias a que la comunidad llegó al acuerdo de retomar la ronda tradicional de seguridad". Y eso incluye prohibir el paso a políticos y propaganda.
Miguel Ángel Aguilar Avilés, candidato panista a síndico suplente en Nahuatzin, lo vivió en carne propia cuando el lunes pasado —a la entrada del pueblo— la guardia comunitaria le impidió el paso porque su vehículo llevaba propaganda de Acción Nacional en el medallón trasero.
"Les dije que no les afecta porque es de Nahuatzin, no traigo propaganda del gobierno ni nada; les expliqué que yo vengo solo a promover algunas cosas de mi negocio, pero dicen que no", resume el aspirante.
Pese a ello, los guardias acceden, siempre y cuando cubra el anuncio blanquiazul. Pero Miguel Ángel no lo pudo despegar. Por eso el candidato rompió una bolsa de plástico, la pegó sobre el vidrio y entonces la pluma se levantó en señal de aprobación. "Se les respeta porque aquí es donde se ve la unidad del pueblo", dice el candidato antes de irse.
Ante usos y costumbres
Elvia Higuera, consejera electoral del IEM, enlista las medidas que el instituto debió tomar en apego al gobierno de usos y costumbres en Cherán, mismo que fue respaldado por el Tribunal Electoral Federal.
"Aquí el padrón es de 12 mil a 13 mil personas, de las cuales solo votaba la tercera parte; es decir, poco menos de cinco mil. Este número de votos en realidad no impactan en el resultado de la elección. Este año la papelería electoral para Cherán fue destruida hace unos días; incluso los habitantes dejaron de usar credencial de elector, porque en realidad no la utilizan, todos se conocen y saben quienes son", explica.
Otros municipios han expresado su deseo de seguir el ejemplo de Cherán, aunque formalmente solo lo logró Pichataro, una comunidad adscrita a Tingambato. Este miércoles el IEM informó oficialmente que no se instalarán allí las casillas, que recabarían un promedio de dos mil 500 votos.
Paradójicamente, en Cherán un pequeño grupo de 400 habitantes solicitó por escrito regresar al sistema de partidos políticos para celebrar elecciones. Pensando en ellos, el IEM evalúa colocar una casilla especial afuera de Cherán, en la población de Santa Cruz Tanaco.
"Es que no podemos imponerles una casilla, porque eso causaría un conflicto social innecesario. Y la realidad es que Cherán se resiste determinantemente al sistema de partidos políticos y candidatos, argumentando que están relacionados con la delincuencia organizada. En mi opinión, los partidos deben revisar por qué ese rechazo de la sociedad y preguntarse cuándo dejaron de atender la confianza ciudadana para responder a intereses políticos", consideró Higuera.
El profe Sebastián se muestra abierto. "Si alguien quiere salir a votar el domingo, lo puede hacer. Pero aquí no, no en la comunidad", responde tajante. Y precisa que, aunque todavía hay en Cherán quien desea convertirse en político, la realidad es que el aspirante termina yéndose de la comunidad para lograr su meta en otro lado, o bien, abandona su anhelo para dedicarse a otra profesión.
Los cheranenses saben que no tienen representación ante el congreso ni en el gobierno estatales, pero eso no les preocupa. "No existen los políticos, pero sí la política para querer organizar, construir y tener la posibilidad de decidir con esa participación, las pequeñas acciones que pueden ser mucho para todos", resume el profe Salvador.
A la salida de Cherán inicia el camino a la política. Y es fácil identificarlo, porque solo hay que seguir los innumerables pendones, mantas y bardas de propaganda que inundan el camino de los poblados vecinos.