El PRD padece una degradación moral porque ha abierto puertas y ventanas a todo tipo de seres que no comulgan con los ideales de este partido fundado por el semidiós Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Creo que a estas alturas el perredismo no tiene remedio en el plano nacional, y Quintana Roo es una muestra de esta gangrena.

La amenaza lanzada por su diputado local José Esquivel Vargas contra nuestro amigo reportero Benjamín Pat es una reacción que puedo comprender en otro tipo de persona ajena a la política, pero es decepcionante y alarmante cuando se manifiesta en las entrañas de un poder legislativo –así, con minúsculas– obligado a superar la fase de escándalos que ha dominado en su agenda, para que entreguen los resultados que reclama una sociedad que desterró al PRI del poder confiando en la llegada de los buenos.

“Conmigo no te metas”, advirtió este diputado que el PRD rescató del canal de aguas negras de la política, buceando en la inmundicia para sacar a la superficie a este “defensor de los mayas” y depositarlo en el Congreso local con el aval de los despistados electores.

Cómo se atreve el PRD a dar alas a este tipo de seres que no llega ni a las rodillas a históricos diputados locales de ese partido, como Luis Armando Gómez Sosa, Ricardo Arias Flores, Tomás Contreras Castillo y Héctor Ortega Contreras.

El “conmigo no te metas” lanzando como glacial amenaza por este diputado ocioso huele a ese tipo de advertencias que manda un mensajero de bandas criminales, y queda fuera de lugar en nuestros diputados que deben tomar en serio el discurso de la tolerancia, soportando las críticas y más si van respaldadas por datos contundentes.

Claro que se vale reclamar, pero la amenaza es otra cosa y más cuando le lanzas ante los reporteros de la fuente, para que conste en actas. Así de agresivo este señor que no ha podido presentar una sola iniciativa para justificar su inflado sueldo, como gran parte de sus compañeros de bostezos.

No comprende este diputado que su amenaza impacta en una coalición que no ha estado a la altura del desafío histórico, y que está a años luz de instalarse en la gubernatura con candidato propio.

“Conmigo no te metas”. Así responderá más de uno con educación, rechazando la propaganda perredista en 2018.