El 60% de los delitos en Quintana Roo se mantienen impunes debido a la participación de los cómplices, de acuerdo a información de la Fiscalía General del Estado. Un número que busca combatir la reforma recién aprobada en el Congreso local sobre la asociación delictuosa.

La modificación al Código Penal, impulsada por el diputado Hugo Alday Nieto, y que fue aprobada en la más reciente sesión del Congreso de Quintana Roo, impone penas más severas que incluyen de dos a cinco años de cárcel a quienes se unan a una banda de tres o más individuos para delinquir.

El legislador explicó que en los municipios del norte de la entidad, la mayoría de los delitos que más lesionan a la sociedad, como los asaltos a mano armada, ejecuciones, narcomenudeo y fraude, son cometidos por organizaciones criminales cuyos miembros se protegen entre sí y se coordinan para cometer acciones antijurídicas con el mínimo de riesgo de ser arrestados.

“Por eso es necesario dotar al Estado de más métodos y técnicas que le permitan combatir estas formas criminales, por lo que ahora el juez contará con más elementos jurídicos para establecer penas más severas que inhiban este tipo de asociaciones”, detalló Alday Nieto.

La reforma establece que las penas podrían incrementarse hasta 10 años si los integrantes de una agrupación hubieran sido servidores públicos en alguna institución de Seguridad Pública o de procuración y administración de justicia. Este caso también aplicará si las  personas involucradas utilizaron a menores de 18 años para cometer el delito.

Por su parte, la información obtenida a través de transparencia tanto de la Fiscalía General del Estado como de las direcciones municipales de Seguridad Ciudadana y la estatal, permiten comprobar que en ocho de cada 10 delitos del fuero federal estuvieron involucrados organizaciones criminales, mientras que en los del fuero común, pero considerados graves, como asaltos, en el 40% de las veces fueron cometidos por grupos de más de tres miembros.

Sin embargo, en la mayoría de los casos los delincuentes lograron salir impunes debido a que los demás integrantes permitieron la huida de sus miembros o realizaron el acto delictivo de manera más estratégica, lo que les permitió no ser arrestados.