Piden a campesinos quitarse los zapatos porque ‘ensucian el piso’
La pareja de adultos mayores fue a pedir ayuda al alcalde para atención médica; no los atendieron.
Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Dos adultos mayores fueron obligados a quitarse las sandalias para poder ingresar a las oficinas de Palacio Municipal en Bacalar, a petición de la secretaria de Alexander Zetina, quien argumentó que “ensucian el piso”.
Rosa Ranier García y Eddy García, de 68 y 70 años de edad, respectivamente, provenientes de la comunidad de Miguel Hidalgo, acudieron en busca de apoyo para medicamentos, la señora padece pie diabético y está a punto de perder un dedo.
Llegaron a la ciudad en busca de ayuda, pues cada vez observa su dedo más hinchado y con olores malolientes. “Sólo me lo lavan con agua y jabón, pero no mejora”, dijo.
También te puede interesar: Alcalde de Bacalar oculta cobros de Zofemat al Cabildo
Eran casi las dos de la tarde y los humildes ancianos no habían desayunado, pues desde las seis de la mañana salieron de su comunidad, con los malestares propios de la enfermedad a cuestas, apelaron al sentido humanitario del alcalde a quien fueron a buscar al Palacio Municipal.
Sin embargo, al llegar, Vanesa Piña Gutiérrez, secretaria particular de Alexander Zetina Aguiluz les pidió que se quitaran las sandalias porque ensuciaban el piso, a lo que los abuelitos obedecieron sin objetar nada.
Salieron de la oficina y depositaron sus casi acabadas chanclas en la puerta de la Presidencia Municipal, para hacer ante sala por más de una hora.
Tras las larga espera y sin respuesta alguna, los sexagenarios decidieron levantarse, recoger sus sandalias y regresar a su comunidad, con ayuda de unos conocidos quienes además de darles unas monedas para el pasaje los invitaron a comer.
La señora Rosa tiene más de 15 días con el dedo hinchado desde que intentó cortarse un uña enterrada y se lastimó.
La diabetes que padece desde hace varios años, no le permiten curación. Es la misma enfermedad que ya le ocasionó pérdida del ojo derecho.
La difícil situación económica que vive la pareja de ancianos, le impide que tengan una atención mejor; en la clínica de su comunidad sólo le dan remedios, según señalaron.