Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Más que amor y unión, la cena navideña en Chetumal lo define el bolsillo de las familias, ya que mientras algunas pagan hasta tres mil 500 pesos por un pavo horneado y entregado a domicilio, otras apenas les alcanza para adquirir un pollo asado y pasar una feliz Noche Buena.

En la capital del estado proliferan las empresas de banquetes que se dedican a ahorrar el trabajo de la cocina por un determinado presupuesto, aunque es mayor el número de familias que cenarán en vez de pavo o pierna, un pollo porque en el peor de los casos ni siquiera habrá cena navideña, como es el caso de Margarita Abigail López Briceño, quien habita en la colonia Solidaridad.

Para las familias con mayores posibilidades económicas están las empresas que cobran por un paquete de cena navideña de mil 500 hasta tres mil 500 pesos. Esto sin tomar en cuenta otro tipo de servicios como las mesas, sillas, meseros y demás, que prácticamente duplican el precio.

“Aquí en Chetumal se acostumbra el pavo, la pierna, la ensalada navideña, pan negro, puré de papa, ensalada rusa. Hay de todo dependiendo del bolsillo y hay para todos los bolsillos. Hay cenas de mil 500, dos mil o tres mil 500 pesos. Solo la hechura de un pavo está de mil a mil 200”, señala Jorge Tomás Santoyo Santos, quien se dedica al negocio de banquetes desde hace varios años.

De igual manera, están los paquetes que ofertan las cadenas comerciales, tales como pierna mechada o adobada y complementos por 830 pesos; pavo ahumado y complementos por 750 pesos; lomo mechado o adobado y complementos 740 pesos; además de ensalada rusa y otras guarniciones por 89 pesos el kilogramo; ensalada brasileña por 100 pesos el kilogramo, entre otros.

No obstante, para Santoyo Santos, las épocas de bonanza en el tema de cenas navideñas se ha estancado actualmente, debido a la situación económica actual, ya que la mayoría prefiere encargar el horneado del pavo o pierna, y preparar ellos mismos las guarniciones.

“Hay gente que viene y sólo encarga el pavo que le da en gobierno, sólo el cocimiento. Yo lo que hago, es que les pido que traigan sus cosas y yo lo preparo. Porque ahora se asustan cuando les dices mil 500 pesos, por ejemplo. Pero ellos pueden traer la pierna o el pavo o me encargan que lo compre”.

Las demandas de servicio de dicha empresa, en particular, han disminuido drásticamente, principalmente por la saturación en el sector, ya que los cocineros que se dedicaban a ofrecer los servicios de banquetes eran escasos, pero actualmente las empresas y personas independientes rebasan los 50, lo que ha abaratado también los costos. A la sobreoferta en el servicio se suma de igual manera, la pérdida de empleos.