Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.-  La falta de cultura sobre la poda adecuada de árboles impide que el personal encargado realice las actividades de manera correcta, pues quienes protegen el cableado de la ciudad, invierten el doble de tiempo y recursos.

“Hay diferentes formas de poda y todas varían dependiendo la finalidad, además que en algunos casos sí es prudente y en otros no”, comentó Rafael Reynoso Valdez, miembro de la Asociación Mexicana de Arboricultura (AMA).

Uno de los casos más frecuentes que ha detectado AMA, se trata de los trabajos que realizan los colaboradores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quienes para proteger el cableado, cortan las ramas que frenan su trayecto.

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No obstante, en ocasiones llegan a realizar esta misma acción hasta una vez por mes, cuando el número de ocasiones podría reducirse a una cada tres meses, pues Reynoso Valdez mencionó que hay una parte en las ramas que al cortar, cicatriza de manera adecuada y no vuelve a retoñar más. 

“Cuando el corte no se hace en el punto que es, la rama vuelve a florecer hasta el triple y esto ocasiona que haya más trabajo para ellos”, comentó el especialista.

Otra problemática que han detectado es que en temporada de huracanes, no hay una regla de poda, a pesar de que debería ser por cultura de prevención, pues así con la presencia de lluvias y vientos, se evitan derrumbes y quiebres de ramas.

Hay dos tipos de poda y pueden ser por formación y mantenimiento; sin embargo, para ambas, la época específica para hacerlo es en invierno, cuando los árboles se encuentran en reposo vegetativo y en este período sufren menos daños.

En esta época las reservas de alimento son altas, por lo tanto, la cicatrización es rápida y fuerte, asimismo la savia circula de manera lenta, entonces, se derramará en menor cantidad, también la corteza es muy dura y así se evita un desgarre.