Gustavo Villegas/Julián Miranda/SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- Fernando Senties Nieto envió un mensaje de texto a su esposa momentos antes de que cayera el jet en el que viajaba, en aguas del Oceano Atlántico, frente a las costas de Florida, la noche del martes 19 de noviembre: “Tenemos una emergencia; te amo”.

El joven médico especializado en medicina hiperbárica era uno de los dos pasajeros que estaban a bordo de la ambulancia aérea que operaba la empresa Airmedical Services, que horas antes había dejado un paciente en Ft. Lauderdale, Florida, y que regresaba a Cozumel.

En la Isla de las Golondrinas, la conmoción por el trágico accidente invadió las redes sociales ayer. Amigos y familiares del doctor “Chey”, como cariñosamente se le conocía a Senties Nieto, pidieron unirse en una cadena de oración para encontrarlo sano y salvo, pues la Guardia Costera de los Estados Unidos no dio a conocer si uno de los dos cuerpos encontrados en el mar, la trágica noche del 19 de noviembre, sin vida, era el del galeno cozumeleño. Sólo se identificó el cadáver de la enfermera Mariana González Isunza, la única mujer entre cuatro pasajeros y tripulantes que estaban a bordo del jet. 

En la página de Facebook de Ana Beatriz Joaquín González, con quien contrajo nupcias apenas en mayo del 2012, se aprecian mensajes de apoyo y pésame desde la noche del martes. Ana es hermana del ex alcalde de Cozumel, Aurelio Omar Joaquín González. 

“Chey” labora en el área de urgencias de un hospital privado como médico general con la especialidad en psicología, y Maestría en Medicina de Buceo y Oxigenación Hiperbárica que obtuvo en la Universidad de Barcelona, España.

Sus amigos cercanos revelaron que el médico planeaba tener a su primer hijo. Le gustaba el deporte y practicaba triatlón. 

Un colega de “Chey”, Pascual Picolo Pérez, recordó que la noche del 18 de noviembre recibió un mensaje de texto en el que su joven amigo le decía que el 19 de noviembre iba a participar en el traslado de un paciente, y que regresaría el mismo día.

“Él trabajaba en la clínica y hacía guardias médicas. Trabajaba en la cámara hiperbárica y tenía su consultorio particular. No trabajaba en el avión todos los días” (sic), dijo Picolo Pérez

Como a las 20 horas del martes 19 de noviembre, supo que un avión se había accidentado. Intentó comunicarse por teléfono con Senties, pero no obtuvo respuesta. Entonces, según detalla, acudió al domicilio de la esposa de su amigo, que hasta ese momento no tenía conocimiento del incidente. Ana Joaquín verificó su teléfono en el que había un mensaje de “Chey”, con un “te amo” como despedida; sería hasta ese día el último.

El miércoles la cadena de televisión 7 News subió a su portal de internet el video de una rueda de prensa en la que Ryan Doss, vocero del Servicio de Guardas Costas de los Estados Unidos, dijo: “(estamos) buscando en una zona de seis millas de largo por cinco de ancho. Tenemos buzos y embarcaciones”. La búsqueda, en el área en la que presuntamente se desplomó el Learjet, con matrícula XA-USD, tiene una profundidad de 60 pies (18 metros), y las condiciones climatológicas eran favorables, expresó el portavoz.

“Seguiremos buscando. Tenemos la esperanza de no encontrar más víctimas”, subrayó Doss, quien agregó que estaban en permanente contacto con el consulado de México para facilitar información de los dos cuerpos rescatados la noche del accidente. Dos personas más que viajaban a bordo de la aeronave, siguen desaparecidas. Por la tarde de ayer, el Servicio de Guarda Costa y la policía mantenían la búsqueda pero sin resultados.

7 News subió a su portal otro video en el que un vocero de la National Transportation Safety Board (NTSB), sin identificar, explicó que el vuelo completo del jet médico sólo duró seis minutos después del despegue.

La ambulancia aérea llegó al Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, a las 19:55 del martes procedente de Costa Rica, donde el equipo médico de cozumeleños recogió a un paciente, para su traslado a Florida, Estados Unidos. La aeronave salió de Cozumel a las 5 de la mañana del martes y debía llegar a la isla a las 21:05 de ese mismo día.

Además del doctor Senties Nieto y de la enfermera, viajaban en la ambulancia médica los tripulantes José Hiran Galván de la O y Josué Buendía Moreno, piloto y copiloto respectivamente. Unos minutos después de despegar del aeropuerto de Fort Laudardale, el piloto se comunicó a la torre de control para reportar que presentaba problemas con los motores de la aeronave. 7 News subió a su portal el audio de esta conversación el mismo martes y para el miércoles ya circulaba en las redes sociales.

Una fuente al interior del aeropuerto en Cozumel informó que el Learjet LR35, con capacidad para ocho pasajeros, era propiedad de la empresa AeroJL (Joel Lozano). Personal de la comandancia del aeropuerto de Cozumel agregó que desde hace un mes la empresa Airmedical Services operaba en Cozumel y que había hecho cuatros traslados aéreos. Los pilotos José Hiram Galván de la O y Josué Buendía Moreno eran experimentados y la aeronave tenía los servicios mecánicos al día, informó la misma fuente.

La enfermera Mariana González Isunza era el enlace en Cozumel de la empresa dedicada al traslado de enfermos.

La empresa Airmedical Services, operadora de la ambulancia aérea, usaba desde hace un mes el aeropuerto de la isla. Los detalles de las condiciones en que lo hacía se desconocen, pues Rolando Tovar Leal, comandante del aeropuerto, no quiso declarar al respecto.

La mañana del miércoles los familiares del galeno se trasladaron vía aérea a Miami, Florida.