Exdirector de la cárcel de Cozumel teme por su vida
En el caso de pagar su equivocación con prisión, está consciente que ahí se encuentran personas condenadas por el trabajo que hizo.
Gustavo Villegas/SIPSE
COZUMEL, Q.Roo.- Tras su suspensión en el cargo como encargado de la cárcel de Cozumel, el pasado jueves, Raúl Alberto Ramírez Puga habla sobre las acusaciones en su contra por evasión de presos. Tercera generación de una familia de policías, dice que no niega haber cometido un error, pero que este fue por desconocimiento de las consecuencias legales.
Desde algún punto de la ciudad, vía telefónica, el policía con 25 años de carrera pide a la ciudadanía no crucificarlo. Dice estar dispuesto asumir las consecuencias. “No evado la responsabilidad, pero si puedo decirles que temo por mi vida; pues si en el peor de los casos tuviera yo que pagar con cárcel esta equivocación, hay personas que hoy cumplen una condena por el trabajo que he hecho desde hace muchos años” (sic).
Del otro lado de la línea telefónica se dice creyente y que se pone en manos de Dios para sacar adelante este episodio en el que hasta el momento no se la ha citado a declarar ante las autoridades.
Horas antes Noé Mora González, encargado interino del reclusorio de mediana seguridad, acepta que no tiene experiencia al frente de cárceles, pero que toma el puesto por orden del general Bibiano Villa Castillo. Casi a ciegas recibe unas instalaciones en la que la población de reos es del doble para lo que fue construido. Tampoco ha iniciado proceso de entrega recepción con Ramírez Puga.
El policía recordó que en sus inicios en la Policía Estatal de Quintana Roo en 1989 desempeño puestos desde los más bajos y fue escalando poco a poco en base de esfuerzo y resultados.
Su abuelo y su padre fueron policías y tiene un hermano en la corporación que lleva nueve años trabajando.
En sus credencias les está haber sido Subdirector de la Acción Ciudadana Inmediata, Policía Fronteriza y primer comandante de la Fuerza Interinstitucional Policial.
“Entregue mi puesto porque cometí un error y voy a dar la cara” afirmó, pero también pidió que no se le tache de corrupto y mal elemento.
Recordó que en septiembre del 2012 a su llegada los reos utilizaban el agua de pozo para sus necesidades y aseo personal. Tras varias gestiones lo que hoy los reos se bañen con agua potable. Con apoyo de la fundación “Dios Bendice” y otros patrocinadores se logró poner techos en las áreas comunes para protección del sol y la lluvia.
Hasta la tarde del sábado no se le había citado a declarar sobre la salida de un reo a la playa la semana pasada, en la que él estuvo presente.
Aunque ya se hablaba de una investigación e inició de averiguación previa por evasión de reos, dijo que no ha sido requerido. “Tampoco se si hay una orden de aprehensión en mi contra” (sic).
Ramírez Puga dependía directamente de la dirección de Ejecuciones y Penas pero su notificación de suspensión se la comunica el comisionado de la zona sur de Quintana Roo por orden del Secretario de Seguridad Pública, que a su vez recibió indicaciones del Gobernador de Quintana Roo.
Cuestionado de si tiene temor de terminar en la cárcel junto a los delincuentes que en el pasado el aprehendió, responde: “Claro que sí señor. Conozco las cárceles y muchas personas que están ahí, llegaron ahí por mi trabajo” (sic).
Habló de que Carlos Huberto Basto Ávila, reo al que llevó a la playa, fue sometido a un interrogatorio en el que recibió agresiones físicas.
En septiembre del 2012 Raúl Ramírez recibió un penal con 14 guardias y 74 reos. Hoy hay 18 elementos y 123 internos. El edificio hasta el momento solo tiene capacidad para albergar a 74 prisioneros