‘Pensamos que no hay otras cosas por las que valga la pena vivir’
Benefician a 24 personas que padecen esclerosis múltiple en Cancún.
Vladimir Villamil/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- “Darle alas a quien no puede caminar” es el proyecto que realizó en Cancún una escala de la gira que hacen por varios países de América Latina, beneficiando a 24 personas que padecen esclerosis múltiple, quienes tuvieron la experiencia de subirse a dos aviones turbohélice, conducidos por tres pilotos, dos estadounidenses y un uruguayo, quienes los pasearon por la zona norte de Quintana Roo.
La intención es que los pacientes al viajar en estos aviones puedan motivarse, que les sirva para poder llevar de la mejor manera esta enfermedad degenerativa, y solidarizarse de otra forma con todos ellos, no sólo a través de los medicamentos y el tratamiento cotidiano, sino además con un viaje por aire, observando las maravillas que tiene la naturaleza, en este caso el Caribe Mexicano, informó la neuróloga Jacqueline Granados, representante de la Asociación Quintanarroense de Esclerosis Múltiple y Enfermedades Neurodegenerativas (Aqemen).
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El proyecto emprendido por la Asociación y la organización internacional Flyms, dedicada a este tipo de viajes, consiste en ayudar a las personas que tienen este mal, haciendo recorridos por aire de aproximadamente 25 minutos con los que, en este caso, observaron desde la zona hotelera hasta Isla Mujeres.
Esto sirve para despejarse de esta enfermedad, tratar de disfrutar al máximo a través de esta experiencia y mostrar que aún con todo en contra vale la pena disfrutar de la vida.
Gregorio Ávila, paciente con esclerosis múltiple, expresó que fue una experiencia muy bonita, poder estar en el cielo observando las maravillas naturales que tiene el planeta, y que a raíz de esto tiene una perspectiva diferente de su vida y su enfermedad, ya que nunca había tenido oportunidad de estar en un vuelo de este tipo.
“Esta actividad fue algo totalmente nuevo para mí, algo que jamás pensé realizar, ver desde los cielos la ciudad, realmente es muy conmovedor, y más para nuestro caso con la enfermedad que nos aqueja, pensamos que no hay otras cosas por las que valga la pena vivir, es muy difícil; sin embargo, el estar ahí arriba sobrevolando el cielo te da otra perspectiva de la vida”, compartió José Antonio Juárez Olivares, otro de los pacientes.