Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- “Ahí viene el viejo muriéndose de risa, ahí viene el viejo muriéndose de risa, porque a medianoche, porque a medianoche, lo vuelven cenizas”, eso reza el pregón popular de un muñeco que se fabrica en los últimos días del año y que es devorado por las llamas que lo consumen en el ocaso del año que pasa y da entrada al Año Nuevo; se trata del ‘viejo’, una tradición arraigada en muchos estados del Sureste de la República Mexicana y que en los rincones populares de Playa del Carmen todavía no se extingue. 

Es así como cada año, los Cupul Caamal, una familia que se encuentra establecido en la ciudad desde hace  casi dos décadas y que tiene sus orígenes en Nuevo Xcan, en el municipio de Lázaro Cárdenas, elaboran un ‘viejo’ con los desechos de antiguos periódicos. 

Esta costumbre llegó mediante la tradición oral de doña Juanita Caamal, quien nació en Nuevo Xcan, ella tiene 68 años. En el hilvanar  de los recuerdos de doña Juanita, narra que la elaboración del viejo es tan antigua que ya no recuerda, pues sus padres también lo hacían. Explica que el muñeco guarda un simbolismo de quemar lo pasado, el año que se va y todo lo malo que dejó. 

Designado para elaborar el muñeco

Es así como en algunos casos, el ‘viejo’ encarna personajes que en el año en curso tuvieron una actividad peculiar que dio de qué hablar a la sociedad, según explica Manuel Ucán Cupul, un integrante de esta familia y que este año le tocó elaborar el singular muñeco.