Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con lleno total y un estricto sistema de seguridad, se vivió en el Moon Palace Cancún el esperado concierto de The Cranberries, agrupación que anunció en conferencia de prensa la próxima salida de un nuevo álbum discográfico que los hará continuar de girar por el mundo, en una agenda que por lo menos incluye 30 próximos conciertos.

“México es un país con grandes paisajes y una extraordinaria playa, estuvimos en Tulum y hemos tomado fotos maravillosas frente al mar”, dijo Dolores, la vocalista, antes de subir al escenario. 

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Tan pronto el nombre The Cranberries  apareció en las pantallas, el público se volcó en un grito, luego sonaron los primeros golpes de la batería, y el característico sonido del bajo y la guitarra, pero fue la voz de Dolores la que terminó de embelesar a la concurrencia, que la acompañaba en la canción que batía palmas o lanzaba gritos. No faltó quien se pusiera de pie y bailara mientras decenas de celulares brillaban en el salón creando un mar de pantallas brillantes.

“Gracias por venir esta noche aquí y escuchar nuestras canciones”, dijo la cantante y sonó su segunda canción “Animal Instinct”, luego vinieron “Linger”, “When you’re gone”, “Imagination”, “Ode to my family”, mientras iba y venía por el escenario con la calma de sus pasos breves.

Durante más de una hora Dolores O’Riordan, Fergal Lawler, Mike Hogan y Noel Hogan,  complacieron a la audiencia con lo mejor de su repertorio y lograron el efecto buscado, un público satisfecho y entregado. 

Sólo tres pantallas gigantes sirvieron para crear la atmósfera desaseada. Luces blancas y azules, delgadas, sencillas pero monumentales bañaron el escenario y las miradas todas estuvieron en ella; cantaba de frente, con una fuerza íntima, casi secreta. 

Del micrófono pendió un pequeño adorno, una suerte de atrapa sueños que vibró al ritmo de un concierto que fue subiendo de tono e intensidad, al punto de que Fergal Lawler optó por quitarse la camisa, mientras  Noel Hogan hacia lo suyo en la guitarra y cambiaba de instrumento casi en cada canción, una colección de guitarras que sorprendió a los conocedores. 

Sin duda, el tema esperado puso de pie a todos: “Zombie”, “una canción que escribí cuando había muchos problemas”, comentó la vocalista en conferencia, “no creo volver a escribir una canción así”, añadió entonces, así como habló de los 10 temas que compuso durante su reciente convalecencia, una operación resultante de un disco dislocado que fue la causa de que el concierto en Cancún se pospusiera hasta ahora.

Y con las últimas canciones vino también el regalo de los autógrafos a la orilla del templete. Un concierto memorable y un cierre espectacular que puso al público a cantar a todo pulmón “Dreams”.