Juan Rodríguez  / SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El sector ganadero y autoridades de gobierno le apostarán este año a la perforación de pozos profundos y la siembra de forraje de corte para hacer frente a la próxima temporada de sequía.

Héctor Peña Fuentes, subsecretario de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural (Sedaru), reconoció que la entrega de pollinaza, melaza y pacas de forraje de punta de caña que entrega el estado cada año a los ganaderos no es una solución a los problemas de la sequía.

Destinarán un presupuesto de $110 millones.

“El problema que arrastran los ganaderos es derivado a la falta de atención de las administraciones pasadas que no impulsaron proyectos que permitan la consolidación de la actividad y evitar que siempre dependan de los apoyos que brinda el gobierno”.

Indicó que se fomentarán programas de perforación de pozos profundos para no depender de jagüeyes, que a su vez, penden de si hay o no lluvia para llenarse.

Además, le apostarán a los bancos de biomasa que permiten cultivar pastos forrajeros de corte y con ello garantizar la alimentación del ganado.

“Cada año los ganaderos se enfrentan a la temporada de estiaje y tienen que recurrir a los apoyos del gobierno, porque no se ha aplicado un programa que realmente solucione de fondo la situación. Sólo dan ‘curitas’ para la gran herida”, expresó.

César Armando Rosales Cancino, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), in formó que con los recursos del Programa de la Concurrencia, donde aporta el Estad o y la Federación, se tendrá un presupuesto del orden de los 110 millones de pesos y ante la petición que hicieran los ganaderos y el estado, se darán prioridad a la construcción de pozos.

Incluso, dijo que vigilarán que se apliquen bien los proyectos para que tengan los resultados que espera el gobierno y los productores, dando prioridad al suministro de agua y alimento y con ello se consolide la actividad y permita crecer el hato que actualmente se tiene un estimado de 110 mil cabezas de reses de tres mil ganaderos.