Una noche con Juan Gelman
Debo destacar que quedé cautivado, aunque siempre me ha gustado la manera de hablar “cantadito” de los argentinos, colombianos y venezolanos.
Pocos como yo tenemos la oportunidad, o la buena suerte, de asistir como escuchas a nuestro primer “Recital de Poesía”, siendo que el orador es el mismo creador de los versos. Así fue como el martes pasado conocí en persona al periodista y escritor Juan Gelman, colaborador de Milenio Novedades, quien se presentó por tres días en el auditorio “Silvio Zavala Vallado”, del Centro Cultural Olimpo, en el marco del Mérida Fest.
Con la cara seria, paso lento y el clásico chaleco que utilizan los reporteros entró el personaje al auditorio, tomó asiento, esperó a ser presentado, agradeció la invitación a la ciudad y la asistencia del nutrido público de esa noche, para luego expresar que estaba fascinado de su primera visita a Mérida.
Sin más que decir y en respeto del tiempo de los ahí presentes inició la lectura de la cuidadosa selección de sus versos (que incluyó la inspiración de su larga carrera), con “Sobre la poesía”, que inicia así: “Habría un par de cosas que decir, que nadie la lee mucho, que esos nadie son pocos, que todo mundo está con el asunto de la crisis mundial y con el asunto de comer cada día. Se trata de un asunto importante…”
Debo destacar que quedé cautivado, aunque siempre me ha gustado la manera de hablar “cantadito” de los argentinos, colombianos y venezolanos.
El autor continuó con “Arte poética” y “Confianzas”, este último llamó mi atención, pues refleja un poco los motivos de los poetas (y de todos los seres humanos) para crear. Inicia así: “Se sienta a la mesa y escribe: ‘con este poema no tomarás el poder’, dice, ‘con estos versos no harás la revolución’, dice, ‘ni con miles de versos harás la revolución’, dice…
Prosiguió con “Ruiseñores de nuevo”, “El hueso que escribe”, “Lo que vendrá” y “La operación”, me perdí en algunos poemas, entre aplausos del público, pensando, pero recuerdo haber escuchado “El animal”, “Huesitos prestados”, “El problema”, “Crespúsculo” y el “El pato salvaje”.
Gelman mostró su sencillez y gentileza al realizar la lectura de los versos del también poeta Manuel Iris, quien estuvo en la primera fila del recital acompañado de Rubén Reyes Ramírez.
Hubo espacio para el amor y las mujeres, recuerdo haber escuchado “Animales”, “La casa del rey”, “Certezas”, “Cartas” y “Mujeres”, entre otros.
La experiencia fue única, me sentí parte de un todo a pesar de haber asistido solo a un lugar lleno de extraños, que nos dedicamos esa noche sólo a escuchar y disfrutar. Juan Gelman leyó su verso final: “Siempre te amo por primera vez, siempre te amo la primera vez” y me hizo recordar que era tiempo de ir a casa, donde mi esposa y mis hijos me esperaban.