Cómo vivir el último capítulo de nuestra vida
En la vejez vemos la vida de manera más profunda y serena. Sabemos que no hay mal que dure cien años, ni tan mala suerte que lo sostenga.
SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- Platicando con los abuelos, decíamos que al comenzar a vivir el último capítulo de nuestra existencia, suelen cambiar la perspectiva y los intereses de nuestra vida.
De acuerdo con la teoría sobre el ‘cambio motivacional en la vejez’, los cambios que verdaderamente nos impactan, no se deben a la pérdida de resistencia física, ni a los cambios muy complejos en nuestro organismo; ni siquiera a los notables cambios que se dan en nuestra imagen corporal propios del envejecimiento.
Los cambios cualitativos y verdaderamente importantes durante nuestro envejecimiento son resultado de una nueva perspectiva desde donde podemos ver la vida y de otro tipo de intereses que podemos proponernos alcanzar. Aquí –exhorté- se encuentra el secreto de un envejecimiento exitoso y feliz.
¿Qué es lo que haría cambiar nuestra perspectiva y nuestros intereses durante el envejecimiento?
1. Ver la vida de manera más profunda y serena que antes. Ya que, por experiencia y años, sabemos el esfuerzo, el sacrificio y el tiempo que cuesta lograr los sueños y proyectos de vida. Por otro lado, por experiencia propia conocemos los caminos y acciones que llevan al fracaso. Sabemos que no hay mal que dure cien años, ni tan mala suerte que lo sostenga. Lo anterior nos puede ayudara ver los sucesos y acontecimientos -faustos o infaustos- de la vida cotidiana, de manera más profunda y serena.
2. Los intereses, metas e incentivos emocionales se vuelven más importantes que los simplemente materiales por los que solíamos afanarnos años atrás. Durante el envejecimiento solemos buscar relaciones más estrechas con los demás. Aprendemos a elegir intereses y actividades más significativas para la etapa que estamos viviendo y buscamos satisfacerlas con personas más relevantes para nosotros. Esto puede hacer que nuestro grupo humano y nuestras actividades sociales se vayan reduciendo, pero con relaciones y actividades mucho más significativas y gratificantes para nosotros que las de antaño.
En conclusión, cuando nos decidimos a envejecer para seguir viviendo, descubrimos que el último capítulo de un libro puede ser -para su autor y para sus lectores- mucho más apasionante y motivador que la obra entera.- Antonio Alonzo Ruiz,Psicólogo Clínico. Psicoestimulación y psicoterapia. [email protected].