Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Con el fin de frenar el deterioro y contribuir al mantenimiento y conservación de la Catedral, templos y otros inmuebles del Centro Histórico de Mérida, un grupo de arquitectos acordó con representantes de la Arquidiócesis de Yucatán la conformación de una asociación que coadyuve a la salvaguarda del patrimonio y vigile la aplicación de los recursos públicos.

Dicha agrupación estará conformado por cerca de 20 profesionales de la arquitectura de diversas instituciones de educación superior del Estado, preocupados por la conservación del patrimonio cultural, dijo el padre Marcin Pavel Czyz, quien también forma parte de esa iniciativa. 

A principios de 2014 se elaborará el acta constitutiva  para darle formalidad a la asociación con el fin de que pueda obtener los recursos necesarios para atender de manera urgente algunos daños en estructuras y pueda también vigilar la correcta aplicación de los apoyos, recalcó el sacerdote en entrevista.

El religioso, miembro de la Arquidiócesis, expuso que la idea es por los daños que ya presentan templos del Centro Histórico de Mérida, como la propia Catedral, la Iglesia de la Tercera Orden e inmuebles de la época colonial.

Precisó que El Templo Expiatorio de Nuestra Señora de la Consolación, mejor conocido como de las Monjas, presenta daños que requieren urgente atención: la pared del lado este presenta inclinación hacia la calle 64, en tanto que en el presbiterio y en el techo hay filtraciones de agua que pueden provocar daños estructurales.

En ese inmueble, que data de 1633, el gobierno del estado destinó hace tres años unos 20 millones de pesos para su mantenimiento, sin embargo, hoy en día las instalaciones eléctricas están en “estado terrible”, la iluminación exterior no sirve y la escalera de acceso a la parte superior está clausurada por el peligro de derrumbe que representa, dijo el párroco.

Informó que la Iglesia de la Tercera Orden, construido en el siglo XVII por la Orden de los Jesuitas, presenta daños en uno de sus retablos debido a la humedad y la vegetación, deterioro que también alcanza a la Catedral y en general a los edificios coloniales afectados por el paso del tiempo, el agua y la falta de mantenimiento.