Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El fiscal Ariel Aldecua Kuk manifestó que, si bien Yucatán es una de las entidades más seguras del país, es necesario continuar con los esfuerzos para mantener esa situación mediante el trabajo coordinado entre las autoridades y la sociedad, principalmente dirigido a adolescentes.

De acuerdo con estadísticas de la FGE, la Vicefiscalía Especializada en Justicia para Adolescentes inició en 2014 un total de 885 carpetas de investigación en las que estuvieron involucrados menores de edad como inculpados; de ellos, en 83 casos fueron mujeres y en 792 varones.

En 2015, los programas de prevención del delito de la dependencia dirigidos a jóvenes dio como resultado una disminución de las carpetas de investigación que fueron 632, en las que 68 mujeres fueron inculpadas y 564 fueron hombres.

Víctor Chan Martín, de “Hogares Maná” e integrante de este Consejo, señaló que los puntos en donde los adolescentes están más propensos a incurrir en la delincuencia son el área metropolitana de Mérida –el mayor es Kanasín-, el sur de la capital yucateca y el sur del Estado.

El objetivo es que las agrupaciones civiles que se dedican a ayudar a los adolescentes en situación de vulnerabilidad extrema unan sus esfuerzos con las autoridades para crear programas integracionales de acción, ya sea preventivos para evitar que los menores entren en conductas como alcoholismo, drogadicción; así como para ayudar a aquellos que ya están esos graves problemas para salir adelante.

Señaló que este observatorio ciudadano estará listo para funcionar en ocho meses, de acuerdo con las normas federales del ramo.

En el discurso del Consejo para los Adolescentes en Vulnerabilidad Extrema (Consejo AVE), Víctor Chan Martín, de “Hogares Maná”, expuso que entre los problemas están las adiciones y los abusos sexuales ignorados o no atendidos por la familia ni en forma jurídica ni terapéutica.

El Consejo para Adolescentes en Vulnerabilidad Extrema (Consejo AVE), es una idea impulsada por la Fiscalía estatal y concretada con la suma de cuatro instituciones: el Centro de Integración Juvenil, Proyecto “Crisal”, “Hogares Maná” y la Asociación de Salud Mental y Abuso de Sustancias, esta última, parte de la Clínica de Educación, Tratamiento y Prevención de Adicciones (Cepta).

Eduardo Vázquez Rossainz, director de Planeación Estratégica para la Prevención Social, en la Secretaría de Gobernación, dijo que Yucatán es uno de los estados con mayor población joven, de modo que hay que combatir los factores de riesgo que puedan generar en ellos conductas antisociales.

Entre esos elementos que deben prevenirse están la deserción escolar, los embarazos no planeados, el consumo a edad temprana de alcohol y tabaco y los problemas en la familia, pues son los que generan inestabilidad en los muchachos y pueden caer en la violencia y la delincuencia.