Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Por el deseo de brindar una mejor calidad de vida a los trabajadores, Rosanette Mantecón Ponce de Díaz es pionera de la Fundación Country Club, pero por las necesidades de la población, la causa se amplió a un trabajo social que incluye servicio médico, apoyo psicológico, capacitación y educación a los vecinos de la comunidad de Chablekal, Xcunyá y zonas aledañas a través del Centro Comunitario  “In Uotoch”. 

Bendecida por la vida decidió compartir y como presidenta de la organización ha tomado medidas para beneficiar a más sectores vulnerables. 

Altruismo, herencia de su madre

“La organización tiene los brazos abiertos para quien desee colaborar, no se arrepentirán. Ayudar te devuelve el ciento por uno, te hace feliz dar, en verdad. Esto lo aprendí de mi madre (Anette Ponce de Mantecón) porque ella creó también un centro comunitario, como dicen el ejemplo arrastra, me enseñó con su trabajo, siempre comprometida y generosa”, recuerda.

Haciendo memoria de sus orígenes, ella repite la historia con su familia al involucrarla en todos los proyectos, de esta manera su esposo, Emilio Díaz Castellanos, y sus hijas María Vanesa, Alejandrina y Rosanette Díaz Mantecón, son parte esencial de su servicio y motor de su espíritu para continuar con la causa. 

“Antes de la fundación estuve en apostolados, siempre estuve en el colegio dando clases de catecismo, pero cuando mis hijas crecieron pensé que era el momento de descansar, pero no, Dios tenía un plan para mí y comencé en Impulso Universitario con el apoyo del padre Jorge Laviada Molina (q.e.p.d.), a quien vamos a extrañar toda la vida, y luego entré al proyecto de la fundación”,  recordó.

Pasos firmes de la Fundación Country Club

Rosanette recordó que la organización se fundó para mejorar la calidad de vida de los empleados del Yucatán Country Club. Con el apoyo de 12 mujeres comprometidas y Rosanette como líder, hace cuatro años dieron los primeros pasos, pero al poco tiempo detectaron que las necesidades se extendían más allá de las familias de los empleados.

Fue entonces cuando decidieron que las acciones debían diversificarse para el desarrollo integral de los pobladores de Chablekal, Xcunyá y comunidades aledañas, incluso de colonias de Mérida que necesitan ayuda. 

Bajo esta visión, se creó el proyecto del centro comunitario, actualmente opera en un local rentado pero ante el crecimiento de la demanda y los servicios, gracias a la colaboración  y el trabajo de la institución,  adquirieron un terreno ya tienen el 80 por ciento de la construcción del inmueble, proyectado en 800 metros cuadrados. 

“Nuestro promotor y apoyo es el Country, pero económicamente nosotros promovemos cuatro actividades para procurar fondos. Tenemos doctor fijo, psicólogo, farmacia, medicinas nuevas pero a precios accesibles, muy baratas, igual que las consultas. Estamos tratando de darlas gratis, el próximo año podría ser que la consulta incluya la medicina.

Contamos con dos psicólogas, maestras de inglés; una biblioteca, hacemos la feria de la salud, feria de útiles escolares, muchas actividades que hemos consolidadas en poco tiempo”, abundó.

El lugar contará con seis salones de usos múltiples, consultorios  y espacios de capacitación en cómputo, costura, cocina y otros oficios.

De asociación a IAP

“Las cosas de Dios no están en nuestras manos, la fuerza viene de El, porque presenta las necesidades de los demás y nos pone la oportunidad de ayudar, y al darnos cuenta de lo que falta nos organizamos, fue así que nos transformamos de asociación a Institución de Asistencia Privada,  ahora somos ejecutivas, tenemos todo en orden gracias a la asesoría de la Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán, ojalá podamos obtener más recursos para ayudar”, expresó sonriente.

“Dios me ha dado tanto, me siento tan bendecida, tengo unas hijas maravillosas, un esposo que me apoya siempre, lo menos que puedo hacer es apoyar haciendo que la gente mejore su vida.

"Este trabajo cambia vidas, de las que trabajamos y se benefician con cosas tan básicas que parecen insignificantes pero que son valiosas, revaloran su vida, su familia, su casa, cambia su personalidad”,  abundó.

Creciendo con la causa

“Me casé joven y me dediqué cien por ciento a mis hijas, mi familia, pero gracias al trabajo en organizaciones altruistas me he formado y he aprendido tantas materias, igual que una carrera, sólo que a través de los retos de la vida y de la capacitación necesaria que recibimos para convertirnos en IAP.

Ahora domino el tema administrativo, de finanzas, de trámites de Hacienda, impuestos. Aunque no te pagan, porque es voluntario y lo hago con todo el amor del mundo, la enseñanza ha sido tan valiosa como muchas carreras juntas”, concluyó.

Rosanette admitió que la procuración de fondos es el reto más fuerte, pero destacó que con los años han logrado credibilidad y el respeto de la sociedad.

Perfil

• Nació el 30 de agosto de 1959

Trayectoria

• La Fundación Yucatán Country Club cuenta con la colaboración de las instituciones de gobierno, educativas y de la sociedad civil:
• La Asociación Nacional Pro Superación Personal, A.C.
• Universidad Anáhuac Mayab
• Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán 
• Beneficencia Pública
• La Secretaría de Salud del Estado de Yucatán
• Instituto de Salud del Ayuntamiento de Mérida
• Secretaría de Desarrollo Social, en Yucatán