Azotan a diario al Cristo de Baca

Álvaro Ramírez Bastos ya tiene experiencia en los azotes, pero como centurión.

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Los ensayos para escenificar la Pasión de Cristo son todos los días de 9 a 11 de la noche o hasta medianoche. (SIPSE/Albornoz)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En años anteriores, Álvaro Olán Ramírez Bastos fue uno de los agresores de Jesús, en su papel de centurión. Este viernes, durante la representación de la Pasión de Cristo, en el municipio de Baca, le tocará recibir las injurias y azotes cuando interprete al Hijo de Dios.

El cambio de victimario a víctima lo considera un acto de fe y agradecimiento por las bendiciones recibidas. A sus 26 años, Ramírez Bastos es ingeniero civil con un puesto en una compañía y, sobre todo, un hombre que con sus actos desea seguir dando testimonio de amor a Cristo.

De pocas palabras, pero contundentes, Álvaro comentó que su decisión de interpretar a Cristo tiene que ver con una manda, ya que gracias a su cercanía con Dios superó importantes pruebas de vida, lo que ha sido determinante para ser lo que hoy es.

Sin ofrecer más detalles, expresó que el papel de Jesús significa una gran responsabilidad por el peso que este personaje tiene en la historia y en millones de personas en el mundo.

Desde hace ocho años persevera en el grupo Jóvenes Pescadores de la Fe, que se encarga de mantener viva esta costumbre, que data de hace más de 30 años. Anteriormente, el papel que desarrollaba en la representación era de centurión, pero ahora será quien reciba los azotes que por tanto tiempo propinó al Cristo en turno.

“Ser Jesús significa mucho, es un reto importante y, al mismo tiempo, implica la promoción de muchos valores. De esta manera, la gente se sensibiliza sobre el contenido de la historia”, apuntó.

Poder transformador

Álvaro Olán está convencido de que con este tipo de actividades los jóvenes aportan a la evangelización, bajo una visión de esperanza, porque la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo es una prueba de su poder transformador y triunfo sobre la muerte. 

Este joven estará al frente de las 90 personas que participarán en el Vía Crucis; todos los que colaborarán estarán bajo la supervisión y asesoramiento del párroco de la iglesia de la Purísima Concepción, así como del coordinador del grupo, Gaspar Poot Tzuc, y contarán con la protección de elementos de seguridad del Ayuntamiento de Baca.

El egresado del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) ensaya desde hace un mes con sus compañeros del colectivo religioso, de lunes a viernes, en horario de 21 a 23 horas, y en ocasiones hasta la media noche.

Todos los días, como parte de la preparación, recibe azotes mientras carga la cruz de 90 kilos recorriendo la explanada principal del municipio.

Los jóvenes que representan a los ladrones Dimas y Gestas también sufren el dolor constante para entrenar su cuerpo y desarrollar resistencia para el día que darán vida a la Pasión de Cristo. 

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