Baca vive el dolor de Cristo

Una vez más, vecinos de esta villa cercana a Mérida escenifican los últimos momentos de la vida de Jesús.

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Las tres cruces frente a la Iglesia de la Purísima Concepción de Baca, en uno de los momentos culminantes de la representación. (Juan Carlos Albornoz/SIPSE)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- No pidió compasión, Cristo (Álvaro Olán Ramírez Basto) aceptó el dolor y lo amó. Cada latigazo recrudecía la imagen de su rostro, su cuerpo se encogía, su alma se abatía, pero este joven de 26 años en su primera representación como Cristo asumió el compromiso de vivir plenamente este momento y con su espalda lacerada lo vivió.

El sol mostró su mirada incandescente y aún así los habitantes del municipio de Baca se apersonaron frente al Palacio de Pilatos y después en el templo de Herodes, mostrando el fervor por la Pasión de Cristo que es una tradición desde hace 34 años.

Caminaron junto al Mesías en el vía crucis, rezaron a su paso, sufrieron junto con él cada latigazo. Pero este joven que representó a Jesús se forjó bien en su papel y asumió el dolor, cayó al suelo por primera vez en la tercera estación, bajo el peso de la cruz de 90 kilos y los azotes.

Y siguió caminando, junto con los soldados romanos que le clavaban más la corona de espinas, pero en su andar se encontró con la Virgen María (Larissa Aguilar) en la cuarta estación el cirineo le ayudó a llevar la cruz, la Verónica (Karely Castillo) enjuagó su rostro.

Por segunda ocasión, en el camino a la cruz Jesús se desmoronó, pero este acto de fe debía continuar, el mes de ensayos no se asemeja a la realidad, pero se levantó y continuó hacia la octava estación.

Corren, lloran afligidas, muestran su devoción tiradas al piso, acariciando el rostro de Jesús, este hombre que solo muestra su fortaleza y consuela a las hijas de Jerusalén y les dice “No lloren por mí”.

Uno de los verdugos, sin piedad, de un azote lo levanta “camina, que todavía falta”, entonces Álvaro respira hondo se arrastra, está agotado, pero levanta la cruz, y los fieles señalan “ve su espalda, está hinchada, sus piernas le tiemblan”.

Castigados por el sol

Más gente llega a vivir esta escenificación y pidiendo tregua al astro rey con una ola de sombrillas realizan el recorrido. 

Los padres explican a sus hijos por qué Cristo está tirado en el suelo en la novena estación… Sí, Jesús se desploma por tercera vez en el piso casi hirviendo, frente a la Iglesia de la Purísima Concepción, convertida en la entrada al monte Gólgota.

Es el momento cumbre, toman fotografías, graban video, surge un gran movimiento y el actor principal es despojado de sus vestiduras, junto a Dimas (Marcos Matú) y Gestas (Manuel Poot) “Jesús” es clavado en la cruz, sus pies tiemblan, la reflexión crece, el silencio se deja oír. “Padre Mío perdónalos porque no saben lo que hacen” y el suspiro se sintió en el aire que dejó volar su saya.

Un kilometro, dos horas, cánticos y rezos, sofocante calor, manifestaciones de fe, el vía crucis de Baca revivió de nuevo el viernes Santo y llevó a los feligreses a la reflexión este 2013.

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