Reprobamos ante la naturaleza

Los especialistas aseguran que los vientos que sentimos fueron cercanos a la fuerza de un huracán categoría uno...

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El pasado jueves fuimos participantes de un ensayo de lo que podría presentarse con la llegada de un huracán y se puede decir que reprobamos el examen. La presencia del frente frío número 45 en la Península de Yucatán, y su choque con una línea de vaguada que generaba las altas temperaturas en nuestra entidad, provocó una línea de viento con desplazamiento de poniente a oriente y con rachas de hasta 90 kilómetros por hora que ingresó a la región de manera intempestiva y que nos agarró descuidados y en un inicio incrédulos, pues al comenzar los vientos no le tomamos mucha importancia hasta que sentimos el embate del aire, sobre todo en la zona de la costa.

Esta inestabilidad ocurre cuando una masa de aire polar se acerca a una masa de aire caliente. El aire frío, siendo más denso, genera una “cuña” que se mete por debajo del aire cálido que es menos denso, situación que se traduce en fuertes vientos. Diversos medios de comunicación presentaron en su momento el pronóstico de la entrada del frente frío publicando el miércoles: “Este jueves el frente frío 45 se extenderá desde el noreste del Golfo de México hasta el sureste del país”, pero pocas fueron las personas que lo tomaron en cuenta, pues en el transcurso de la semana habíamos tenido temperaturas muy altas.

Este evento climatológico se presentó al filo de las tres de la tarde y su avance fue rápido, por fortuna no estuvo acompañado de agua, lo que seguramente hubiera sido más complicado.

Los especialistas aseguran que los vientos que sentimos fueron cercanos a la fuerza de un huracán categoría uno, y por lo que pudimos observar parte de la infraestructura urbana no está diseñada para este tipo de situaciones. Lo más lamentable fue el derrumbe de varios árboles de gran tamaño, que precisamente por su ancho follaje cedieron ante la fuerza del viento.

Algo que sería recomendable es reducir el número de anuncios espectaculares, pues su ubicación pone en riesgo vidas y bienes. Claro que en el caso de un huracán el pronóstico se adelanta y da tiempo de tomar precauciones, pero hay que recordar que la naturaleza es sabia y debemos aprender de sus llamados y modificar nuestro comportamiento ante los eventos naturales.

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