Jóvenes yucatecos 'huyen' del campo

En el oriente del estado prevalece el interés por la producción de hortalizas, frutas y verduras.

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Al igual que los cibercafés y las tiendas, las panaderías son algunos de los negocios que solicitan financiamiento de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Yucatán. (Archivo/Notimex)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- La actividad económica rural se ha tercerizado en torno a las ciudades yucatecas, principalmente la zona metropolitana de Mérida, por lo que sus principales demanda de apoyos para el impuso de proyectos productivos se orientan al sector comercio.

El coordinador de Planeación de la delegación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblo Indígenas (CDI), Ernesto Ruiz Ríos, dijo a Notimex que tiendas, tortillerías, cibercafés y panaderías forman parte de la principal demanda de financiamiento para proyectos productivos de la población rural en la región metropolitana.

“Este es un fenómeno importante, pues además vemos que los jóvenes ya no quieren quedarse en el campo o dedicarse a él, por ello el segundo elemento que nos indica la tercerización rural es la búsqueda de empleo en las ciudades”, apuntó.

El funcionario de la CDI en Yucatán añadió que, por el contrario, las regiones sur y oriente de la entidad aún guardan ese interés por las actividades primarias, dedicadas a la producción de hortalizas, miel, frutas y verduras, entre otros productos del campo.

Tras participar en la entrega de apoyos del Programa para el mejoramiento de la producción y productividad indígena, indicó que para lograr la permanencia de proyectos para ambos sectores, es necesario establecer esquemas de capacitación y asistencia técnica.

Cinco años de supervivencia

Un estudio, refirió, establece que sin esos esquemas los proyectos productivos desaparecen en menos de cinco años, pero cuando son capacitados por lo menos siete de cada 10 subsisten por arriba de un lustro.

Tan sólo el último año se impulsaron 331 iniciativas de producción a través del citado programa -80 por ciento de los recursos aportados por el CDI y el 20 por ciento restante por la Secretaría de Desarrollo Social estatal-, por un monto de 46 millones de pesos.

Una de las ventajas de esos esquemas de producción es que de los más de tres mil 350 beneficiarios, cerca de dos mil son mujeres, lo que también beneficia a la economía familiar con proyectos duraderos, agregó.

Asimismo, reportó que en la actualidad el 95 por ciento de los proyectos sobrevive a los cinco años y a causa del seguimiento y asesoría que se les da puedan acceder a un segundo y tercer apoyo que permita consolidarlos.

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