Agencias
MÉRIDA, Yuc.- En un mundo con graves conflictos regionales, el Caribe debe ser tomado como una zona modelo de paz, donde se demuestra que el desarrollo sólo se puede alcanzar en un espíritu de diálogo y armonía, aseguró el primer ministro de Barbados, Freundel Stuart.

Durante la inauguración de la III Cumbre México-Caricom y en presencia del presidente Enrique Peña Nieto, el mandatario caribeño destacó que las relaciones armoniosas entre los países de la región son una clave para la cooperación.

Ese ambiente, publica Notimex, cobra especial importancia, sobre todo por la vulnerabilidad de muchos de los países insulares de la región, que enfrentan más riesgos ante los desastres naturales.

Y ahí, justamente, es donde se demuestra la efectividad de la llamada cooperación sur-sur, es decir, entre los países de bajos y medianos ingresos, que tiene un papel central que jugar en la región.

De ahí que el primer ministro Stuart agradeció las iniciativas presentadas por México durante esta reunión, que incluyen entre otras cosas, un aporte por 14 millones de dólares para fortalecer el fondo de desastres del Caribe.

Stuart aprovechó la oportunidad para reconocer la importancia del Fondo de Infraestructura para Mesoamérica, que habla de México como un “socio responsable” en la región.

Además, señaló que este tipo de cooperación se vuelve cada vez más relevante, porque los países del Caribe enfrentan la paradoja de ser considerados de ingreso medio, lo que limita su acceso al financiamiento para el desarrollo.

Pero al mismo tiempo, está formado por algunos de los países más vulnerables a los desastres naturales y por lo tanto, se requiere de una atención especial en la materia.

El premier de Barbados también destacó la importancia de Tratado sobre Comercio Ilegal de Armas Pequeñas y Ligeras, en cuya primera sesión el Caribe busca ser anfitrión, trabajo con el que está contribuyendo México.

Al seno de los 14 países integrantes de la Comunidad del Caribe (Caricom) hay una agenda propia para el desarrollo, que incluye transportes, tecnologías de la información e intercambio de buenas prácticas en prevención a desastres naturales.

El trabajo de la Asociación de Estados del Caribe ha llevado esos temas a un nuevo nivel y el papel de México ha sido fundamental.