Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- “Estoy orgulloso de mi origen”, mencionó César Augusto Arrigunaga, hijo de Joaquín de Arrigunaga y Peón, ilustre investigador que en vida llevó a cabo una minuciosa investigación para establecer y comprobar su ascendencia directa con el conquistador Francisco de Montejo “El Mozo”.

De acuerdo con Arrigunaga y Peón, César es descendiente directo, después de 16 generaciones, en la línea genealógica de doña Beatriz Montejo, la hija mayor del fundador de la ciudad de Mérida, e incluso vivió en la Casa Montejo, que en 1981 fue vendida a una institución bancaria.

Aunque no presume su relación con dicho linaje, al posar junto a un cuadro y busto de sus antecesores -de las pocas cosas que pudo rescatar de la casa de Montejo- sus rasgos recuerdan el perfil del español y el donaire del conquistador. 

César Augusto recibe con amabilidad a MILENIO NOVEDADES en su casa en Chuburná. No es la misma, ostentosa y de gran altura como la Casa Montejo, donde vivía, pero es confortable y decorada con sobriedad.

Acepta que de niño fue víctima del bullying y rechazado en la escuela por vivir en dicho predio que resguardó durante más de cuatro siglos el linaje de los Montejo y criticado por su consanguinidad con el español.

“En Yucatán y en este país se ha satanizado el origen de los españoles. La gente niega su origen español, hay mucho racismo, y también reniegan de su origen indígena”, explica César Augusto, de profesión veterinario, ocupado en una firma porcina del empresario Loret de Mola.

Para hablar de la genealogía de los Montejo, alude al trabajo de investigación de su padre Joaquín de Arrigunaga y Peón, quien dedicó su vida al análisis de los archivos y libros sacramentales de la Catedral, por lo que escribió dos textos: “Españoles, mestizos e indios, forjadores de la intelectualidad yucateca” y “Estirpe de conquistadores”.

Comenta que en esos libros están detallados los lazos de consanguineidad del conquistador Montejo hasta su padre: múltiples nombres, 16 generaciones, muchos nietos, tíos, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos.  

Muestra una fotografía tomada en una hacienda hace unos 25 años para la cual fueron convocados todos los integrantes de la familia. 

En la misma figuran su padre y sus cinco tíos con algunos de sus hermanos: Joaquín, Guadalupe (hijos del primer matrimonio), Maritza, Juan, Santiago, Lourdes y él mismo, César Augusto, y más de cien primos, sobrinos y parientes políticos, entre ellos, dice, María Isabel y María Teresa Lascurain Arrigunaga, integrantes del grupo musical Pandora.

“Somos tantos, dispersos en varios estados de la República y fuera del país, que difícilmente volveremos a reunirnos”, reconoce César Augusto.