"El efecto Kumamoto"

Comenzó a ser conocido en 2015 cuando con más de 50 mil votos ganó una diputación en Jalisco.

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Comenzó a ser conocido en 2015 cuando con más de 50 mil votos ganó una diputación en Jalisco como candidato independiente. Hoy, Pedro Kumamoto, de 27 años, licenciado en Gestión Cultural por el Iteso, la Universidad Jesuita de Guadalajara, ha cimbrado a la clase política y al país, al lograr que la Suprema Corte validara la reforma #SinVotoNoHayDinero, para que los partidos jaliscienses reciban dinero en proporción a los votos obtenidos y no por el padrón de sus militantes.

La votación de los ministros fue de siete votos a favor y cuatro en contra; Jorge Mario Pardo Rebolledo argumentó que el Congreso de Jalisco se extralimitó en sus facultades al aprobar la reforma, ya que el financiamiento a partidos sólo compete al Congreso de la Unión; pero la mayoría no coincidió con su compañero.Arturo Zaldívar, uno de los que la palomearon, argumentó: “Los estados gozan de libertad de configuración para establecer el financiamiento de los partidos nacionales, siempre y cuando sea equitativo y resista un análisis de reglas objetivas y aplicables para todos los partidos”.

La SCJN le entró al asunto luego de que Kumamoto presentara una iniciativa similar ante el Congreso de la Unión en enero pasado, que fue impugnada por los partidos Verde Ecologista de México, Nueva Alianza y Morena que, como sus contrapartes, viven del pueblo, ¿de qué más?
Así, el joven diputado abrió la posibilidad de que su propuesta se replique en todos los estados, incluso en Yucatán, aunque, como publicó Milenio, la reforma local que buscaba asignar menos recursos cuando no haya procesos electorales fue rechazada por la SCJN con el mismo argumento de Pardo Rebolledo que combatieron siete de sus pares, lo que demuestra que hay dos pesas y dos medidas, al menos así se percibe.

Ahora, con modificar sólo un artículo de la Constitución y uno de la Ley General de Partidos Políticos, la propuesta de Kumamoto permitiría ahorrar más de 2,250 millones de pesos al año, de acuerdo con el documento presentado a la Cámara de Diputados y que puede consultarse en el sitio #SinVotoNoHayDinero.

Más allá de su paternidad de la nueva ley sobre el financiamiento a los partidos, Kumamoto emerge como punta de lanza de una nueva generación de políticos que buscan reivindicar el espíritu del servicio público: servir a la sociedad y pugnar por un país justo, comenzando por la democracia. El partido en el poder sabe que la sociedad demanda gobernantes justos, honestos, comprometidos con la sociedad. Hace falta un Kumamoto en la Presidencia.

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