El PRI de la nueva generación presume de ser el de los grandes constructores de las instituciones que hoy legitiman al Estado, con sus políticas que les permiten realizar programas -habría que evaluarlos para ver su eficiencia y eficacia y analizar si cumplen sus objetivos- especialmente a los más necesitados.

Hay pánico escénico entre los priistas, sobre todo los de más de treinta, ya que muchos, cuando eran adolescentes, vivieron la grandeza del PRI, aquel al que nadie le arrebataba nada y ni siquiera imaginaba perder la Presidencia y esa seguridad los desbordaba con actitudes de soberbia; el temor se ha vuelvo a posesionar en el PRI, ya que sabe que puede perder la silla presidencial y muchos se quedarán sin empleo o sin manejar programas y eso les quita el sueño.

La generación de los ochenteros, que creció escuchando a Timbiriche y “Soy un desastre”:

“Hoy me doy cuenta que me haces falta, y me pregunto qué pasaría si de repente tú te marcharas, para siempre de mi vida… Soy un desatore cuando tú te vas de casa…ya estoy cansado de comidas enlatadas”...

...Y los priistas maduros saben que han vivido fuera del presupuesto y conocen qué es no tener a disposición el poder y los recursos económicos.

Pero en el PRI el ADN es la institucionalidad, y hace unos días al Senado llegó la orden de operar y quién más que el experimentado Emilio Gamboa Patrón para aterrizar las órdenes presidenciales; la primera fue reunir a su bancada para advertirles que el líder nacional, Rafael Ochoa Reza, se queda al menos para conducir la XXII Asamblea Nacional Ordinaria el 12 de agosto, en la que estará encabezando los trabajos el presidente Enrique Peña Nieto, pero la recomendación mayor fue que se cambiaran algunos estatutos.

Emilio Gamboa explicó la importancia de observar hacia afuera, incluso no descartar la posibilidad de ir con un candidato externo, aunque el Artículo 166 de los estatutos dice:

Para los casos de presidente de la República y gobernador… se requiere acreditar la calidad de cuadro, con diez años de militancia partidaria.

Se pide eliminar los diez años, quizá para favorecer al secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

Para alinear a los presentes se comentó que algunos cuadros están implicados en actos de corrupción o la DEA tiene información sobre la infiltración del narcotráfico entre algunos aspirantes. Ya se platicó con algunos gobernadores expriistas que salieron por el PAN-PRD para que apoyen el proyecto, entre ellos los de Quintana Roo, Veracruz, Tamaulipas, Baja California Sur y Durango. También se va anular las elección en Coahuila, donde van a colocar como candidato del PRI a un senador afín al proyecto de Los Pinos.