Traídos de África

Los miles de hombres y mujeres, niños y niñas que fueron trasladados de manera forzada trajeron muchos beneficios a América.

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Las personas que vinieron de manera forzada de África al Continente Americano hicieron muchos aportes económicos, sociales y culturales a la construcción de nuestra sociedad mestiza. Contribuyeron con su trabajo en el campo y la ciudad en la formación de una sociedad naciente, sus descendientes participaron en las luchas de la Independencia en Latinoamérica.

Todas las migraciones traen consigo a las nuevas tierras un bagaje cultural, social y religioso que muchas veces se conserva, otras se va transformando en la medida que las nuevas generaciones se empiezan a relacionar con las comunidades nativas.

Miles de personas fueron traídas a América de manera forzada, para luego venderlas como esclavos; sin embargo, esta población contribuyó a la formación de la cultura y la sociedad; un ejemplo fueron los aportes de nuevos productos que cruzaron del Continente Africano al Americano, como son: los más de cien especies de vegetales y frutos, como el mijo, el sorgo, el café, la sandía, el tamarindo, la jamaica y una variedad de arroz.

Estos productos fueron adaptados a las plantaciones americanas que se desarrollaron para el consumo y fueron apropiados por los pueblos originarios; muchos llegaron en los barcos que transportaban a miles de personas que vinieron en condición de esclavos a los nuevos territorios.

De la misma manera, productos americanos fueron llevados a otros continentes, como el cacahuate, la yuca, la papaya y el maíz.

Los miles de hombres y mujeres, niños y niñas que fueron trasladados de manera forzada y en contra de su voluntad, asimismo, trajeron consigo su cosmovisión, usos culinarios, bailes, cantos, vestimenta, ceremonias religiosas, medicina tradicional, que siguieron fomentando en los nuevos territorios; los africanos y sus descendientes tejieron relaciones sociales que fueron enriqueciéndose con el trato cotidiano.

No todos los africanos llegaron como esclavos, se tienen registros de que con Hernán Cortés vino Juan Garrido, ex esclavo nacido en Africa Oriental y convertido al cristianismo en Portugal y que participó en la conquista de Puerto Rico y Florida.

Pocos años después de la conquista, la guerra y nuevas enfermedades traídas de Europa diezmaron a la población indígena; hay historiadores que señalan que en poco más de un siglo, hacia el año 1630, casi 90% de la población originaria había muerto. 
La fuerte caída demográfica de la población indígena y la prohibición de esclavizar a los nativos desde mediados del siglo XVI representaron un problema para las empresas colonizadoras de la Nueva España; se requería mano de obra para minas, haciendas ganaderas, azucareras y agrícolas y por ello la Corona en 1533 otorgó licencias para introducir esclavos, así es como Francisco de Montejo obtuvo licencia para traer cien esclavas a su gobernación en Yucatán (1).

1) Juan Andrade, Historia de la población negra en Tabasco, en Luz María Martínez Montiel, Presencia africana en México, Conaculta, 1996, págs 423-460.

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