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El candidato a la Presidencia de la coalición Todos somos México (PRI, Panal y PVEM), José Antonio Meade, mandó a sus seguidores y a la sociedad al menos dos mensajes: uno, formal y que estuvo en el discurso, y otro fue cómo se encontró con el voto duro priista.

En el discurso externó su valor, pero también su preocupación al decir que es “honesto a prueba de todo, es el primer paso. Nunca he vivido por arriba de mis ingresos, quien no crea en las leyes ni en las instituciones no podrá acabar nunca con la corrupción”, pero es la deshonestidad el estigma con que carga el principal instituto que lo postula, aunque trata de marcar diferencias. Entre los siete temas que abordó como prioridad los que más destacan son: justicia a las trabajadoras del hogar que tendrán seguridad social, que no habrá diferencia entre los salarios de hombre y mujer y abrir casas para el adulto mayor; en el combate a la inseguridad explicó que erradicará este flagelo y sus causas, las cuales comienzan con la desigualdad y se profundizan con la impunidad. Refrendó que en este tema incluye quitar las armas y el dinero a los delincuentes, “acabar con la violencia aplicando la ley, no negociándola”.

¿Cómo José Antonio Meade se encuentra con militantes y simpatizantes del PRI? Esta lectura es una muestra de lo que puede estar sucediendo en la campaña electoral y el día de la elección.

En ese encuentro se volvió a reactivar la vieja y aceitada maquinaria y todos los usos y costumbres volvieron a acompañar al candidato ciudadano, que quiere vender que es diferente, pero que es el candidato del Gobierno Federal y estatal, que saben cómo utilizar la fuerza del Estado. No puede pasar desapercibido el carisma de su esposa, Juana Cuevas, que siempre está pendiente de todos los detalles que puedan abonar a la campaña de su esposo.

La fuerza del Estado que se utilizó para intentar descarrilar a Ricardo Anaya y que logró frenar el crecimiento del candidato del frente, pero no consiguió el repunte de José Meade. Sin embargo, mal haría la oposición en minimizar esa maquinaria que el domingo de manera disciplinada y apabullante demostró su fortaleza.

Desde el momento del arribo a Mérida José Antonio Meade se vio arropado por la estructura formal de su partido, por el poder que representa el gobernador Rolando Zapata Bello, el candidato al gobierno del Estado, Mauricio Sahuí, y el presidente del PRI estatal, Carlos Sobrino.

En el Siglo XXI, uno de los más solicitados para la foto era el candidato del PRI al Senado Jorge Carlos Ramírez Marín.

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