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Uno de los pilares de la medicina yucateca, poseedor de sostenida labor profesional y humana, es el Dr. Álvaro Vivas Arjona, universitario que con su habitual modestia enalteció los festejos por el Día del Médico, celebrados en el 185 aniversario de la Facultad de Medicina.

A lo largo de sus más de sesenta años de práctica médica, dedicada a la atención de los enfermos de lepra, desde la época en que padecer esa dolencia daba paso a las discriminaciones más ruines, el Dr. Vivas Arjona echó manos a la obra y logró visibilizar y atender a las personas aquejadas por la enfermedad de Hansen que los prejuicios las mantenían a la sombra.

Por esas razones, cuando se procedió a entregar el Reconocimiento Académico Facultad de Medicina 2018 al doctor Álvaro Vivas, nuestra casa de estudios actuó con dignidad plena, ya que, como dejó escrito José Martí en 1881: “Honrar honra”.

Y al encomiar los labores de este médico prestigioso, la Universidad, representada por sus autoridades, encabezadas por el rector, muestra el respeto que se tiene a sí misma.

Conviene saber que el Dr. Vivas, graduado en 1958, desde su etapa estudiantil supo reconocer los méritos ajenos, antes que lograr el bienestar personal.

Se recuerda que, siendo representante de los alumnos de la Facultad de Medicina, hizo cuanto pudo para incorporarse a los festejos que la comunidad universitaria dispensó al rector Eduardo Urzaiz Rodríguez en 1952, y mediante un mensaje leído en Consejo Universitario, a nombre propio y de sus condiscípulos, resumió el cariño que sentían por el Dr. Urzaiz.

Inspirado en la entrega de sus mentores, entre los que también recuerda a los doctores Pedro Cámara Milán y José María Esquivel Fernández, al obtener el título de médico cirujano, Álvaro Vivas marchó a la Ciudad de México a realizar estudios de posgrado en Dermatología y Leprología, concluidos en 1960.

Poco después regresó a Yucatán con recursos terapéuticos novedosos para el tratamiento del mal de Hansen, adquiridos bajo la tutoría del eminente Dr. Fernando Latapí, principal fundador de la Asociación Mexicana de Acción contra la Lepra.

Además de la responsabilidad docente convenida con la Facultad de Medicina, donde impartió asignaturas dermatológicas entre los años de 1962 a 1994, su labor asistencial e investigativa se caracterizó por los lazos afectivos que trabó con los enfermos de lepra.

Para entonces esa enfermedad se había dejado de considerar incurable. Esta fecunda trayectoria seguramente resultó definitiva para que la Uady premiara a uno de sus hijos más ilustres.

Desde estas líneas felicitamos al Dr. Álvaro Vivas Arjona, y desde luego a nuestra Alma Mater por su fidelidad frente al trabajo de sus egresados.

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