Concluyamos este mes de tabúes hablando un poco de aquello de lo cual se dice mucho pero se sabe poco: el pene, órgano con dos finalidades específicas: la excreción de desechos y la reproducción, este órgano apendicular está formado por dos cuerpos cavernosos a los laterales y uno esponjoso (inferior) que da continuidad al glande, donde se encuentran múltiples terminales nerviosas similares a las que tiene la mujer en el clítoris, pero en menor cantidad, dando así una menor sensibilidad que en el sexo opuesto.

Se habla mucho de la erección matutina, una realidad que le ocurre al cuerpo juvenil al despertar, pues se realiza un “check” diario con el objetivo de revitalizar las arterias para estar listas en el momento preciso. Las erecciones se dan por un estímulo hormonal y otro psicológico, el cual hace que las arterias del pene se dilaten permitiendo el paso de una mayor cantidad de sangre, la cual a su vez, al causar rigidez, comprime las venas provocando una obstrucción que evita que esta sangre se salga del cuerpo cavernoso, perdurando así la erección.

Un tema que intriga al hombre y causa tabú y problemas de autoestima es el tamaño de su miembro. Un estudio inglés, hecho a 15,521 hombres procedentes de todo el planeta por el King’s College de Londres y la Maudsley NHS Foundation Trust, concluye que la media de un pene erecto es de 13-12 centímetros y que de 100 hombres, sólo 5 tienen un pene que sume más de 16 centímetros, aunque la British Urology International refiere que el tamaño está relacionado con la altura del cuerpo.

Como ya vimos, el cuerpo humano es una maravilla: es perfecto, único, mágico y por ello lo tenemos que proteger frente a cualquier mal y para ello hay que conocerlo a fondo.