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Cuántas veces hemos escuchado que a más de uno le han recriminado con la frase: “Se durmió en sus laureles”, ignorando la mayoría de las veces el motivo de esta frase. El origen se remonta a cuando a poetas, emperadores y generales victoriosos se les coronaba con guirnaldas de laurel. Pero había que mantener la gloria alcanzada, toda vez que si, posterior al reconocimiento, el destacado se dejaba de esforzar y no seguía trabajando para mejorar, se solía decir que “dormía en sus laureles”. Existe otra frase menos antigua y que es parte del lenguaje coloquial: “Le comieron el mandado”.

Por lo que muy ad hoc a los tiempos, me preguntaría cuántos profesionistas o emprendedores desafían la gravedad, creyendo que con sólo alcanzar la cima es suficiente. ¡Por favor, sin nombres!

Allende la primera y ancestral frase, quisiera platicarles que el viernes 16 de marzo de 2018 es el Día mundial del sueño. El sueño es una necesidad fisiológica indispensable para que el cuerpo obtenga a través de sustancias que libera en la noche la restitución de tejidos sujetos a esfuerzos y lesiones. Sin embargo, en el mundo moderno cada vez cuesta más conciliar el sueño. Estos trastornos no distinguen edad, siendo, de hecho, los jóvenes los más afectados.

Ningún especialista define exactamente cuántas horas se deben dormir. “La adecuada cantidad es aquella que nos permita tener un óptimo funcionamiento durante el día”. La falta de sueño afecta nuestro desempeño y nuestra emocionalidad, pero especialmente conlleva una serie de consecuencias físicas como inflamación subclínica, atero-trombosis, hipertensión arterial, obesidad y diabetes tipo II. Esta falta de sueño se relaciona también con los trastornos de ansiedad generalizada; tan es así que el consumo de ansiolíticos crece cada día y como consecuencia la dependencia física y/o psíquica.

¿Pero qué nos impide dormir bien? Sin duda los malos hábitos ocupan el primer lugar, seguidos de estrés, tabaco, alcohol, bebidas energéticas, comidas con alto contenido calórico y pobres en fibra, falta de ejercicio, equipos electrónicos cual estimulantes por su luz artificial y los trastornos respiratorios del sueño como la apnea (roncar-dejar de respirar).

Tomemos en serio la mala calidad del sueño, ya que sus consecuencias se han convertido en problema de salud pública. Y en cuanto a las otras áreas de la vida, siguiendo con nuestra frase inicial, no dejes que tus logros sean opacados, defiéndelos y siéntete orgulloso de lo alcanzado y lucha por mantenerlo.

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