He vivido entre hojas de papel, he leído unas cuantas historias y he escrito otro tanto. En esa montaña de letras a base de tinta e imaginación he encontrado a mis mejores amigos intangibles o mis héroes de ficción.

Más de una vez había pasado por mi mente esa tormentosa idea de que ellos sólo se encuentran ahí, intangibles, inexistentes, y me puse a pensar que me gustaría tener el poder de hacer reales a los personajes que habitan en los libros. Si fuera así, ahora estaría practicando magia con el niño de la cicatriz en forma de rayo, o tal vez recorriendo una enorme biblioteca en compañía de Daniel Sempere (1); si pudiera hacerlos reales, estaría ayudado a Josef K (2) a resolver el eterno misterio de su proceso inacabado, o estaría dando un paseo turístico en compañía de Dante y Virgilio (3). Qué no daría por sacarlos de las páginas; así, me contarían las memorias que los escritores suelen guardar de nuestros ojos, o aquellos secretos de vulnerabilidad que los hacen ser tan humanos como nosotros.

Tengo amigos atrapados en hojas de papel que fueron creados por tinta e ideas, amigos que se han quedado ahí porque el mundo real no fue hecho para ellos. Tengo una lista de lugares que me gustaría visitar, pero que sólo se encuentran en la imaginación de aquellos autores que se encargaron de crearlos. Tengo amigos atrapados en hojas de papel y tengo otros que yo misma he atrapado ahí, tengo amigos como a Carlos.

Cree a Carlos hace muchas mañanas, como una perfecta combinación de aquellas cosas que me gustan de la gente, y aquellas que espero de la gente que me gusta. Cree a Carlos sin una pizca de perfección, con problemas en la vista y algo de inseguridad, con un poco de soberbia y una mirada a veces perdida, con un talento matemático y con unos buenos temas de conversación, cree a Carlos con una sonrisa de esas que te alegran los días y la vida. Cree a Carlos y lo dejé atrapado en papel, justo como lo están todos aquellos personajes que tanto me gustan.

Pero la realidad es que he pensado en Carlos, en Daniel, en Dante, he pensado en cada uno y he deseado tanto tiempo sacarlos de las páginas que no me había detenido a pensar que tal vez ellos ya están aquí, que tal vez se encuentran en esas personas que pasan a mi lado cada mañana o en esas otras que tratan de quedarse en mi vida.

1) Personaje principal de La sombra del viento por Carlos Ruiz Zafón.

2) Personaje principal de El proceso de Franz Kafka.

3) Personajes de La divina comedia de Dante Alighieri.