|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Diana Puga Pérez/SIPSE

Mérida, Yuc.- Hay una frase que dice que “uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida”. En su canción Peces de ciudad, Joaquín Sabina dice: “Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”.

Cómo me gustaría decir que todos seguimos las recomendaciones de la segunda frase, pero no es así. Todos, o casi todos, volvemos una y otra vez a los lugares que de una u otra forma han dejado algo en nosotros. Todos regresamos a aquellos lugares donde amamos o reímos con la esperanza de volver a sentir lo que sentimos.

Por eso siempre nos encontramos con personas que repiten la canción que más les emocionó en algún concierto, algunas que vuelven a carcajear con el chiste que les contó aquel que solía ser su mejor amigo y otras leen una y otra vez fragmentos que en algún momento alguien leyó para ellas. Por eso recordamos tantas veces aquellos momentos que nos hicieron ser quienes somos.

Al volver nos topamos de frente con lo que solíamos ser, y muchas veces acabamos encontrando cosas que ni siquiera estábamos buscando. Terminamos empapados de recuerdos, porque eso no se puede evitar.

Volver nos hace recordar quiénes somos, entonces quizá no es tan malo. Quizá no es tan malo acabar con unos cuantos recuerdos metidos en los ojos y otros atorados en la boca.

Quizá algunas veces olvidemos lo bonito que es ser niño y busquemos entre nosotros aquel cuento que nos contaba mamá. Quizá olvidemos qué es el amor y tengamos que recordar a aquella persona de quien nos enamoramos por primera vez. Quizá algún día nos sintamos solos y la cura estará en recordar aquella canción que nos hizo tanta compañía como cualquier buen amigo o como uno de esos abrazos que nos hicieron sentir tan cálidos que deseamos que duraran para siempre.

Recordar no nos cuesta nada, es por eso que solemos hacerlo unas cuantas veces al día. Recordamos para volver a aquellos momentos en los que deseamos que el tiempo se pudiese pausar. Pero al volver debemos de hacerlo con cuidado, debemos seguir las instrucciones porque, si volvemos, es sólo de visita, nunca permanentemente. Porque volver y recordar todo aquello que nos hizo felices puede hacernos desear permanecer, pero debemos entender que no podemos hacerlo, porque recordar los lugares y personas que nos hicieron felices siempre será un honor, pero también debemos entender que los recuerdos son solamente eso, recuerdos.

Lo más leído

skeleton





skeleton