El número de árboles que publicita haber plantado el alcalde Vila es de 70,000, que sumados a unos 50,000 de anteriores administraciones nos dan unos 120,000 árboles plantados, lo que requeriría, de ser verdad, de una superficie de 2.400,000 M2. Tomando en cuenta los datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con actualización, tendría que ponérsele a la ciudad de Mérida un segundo piso por lo menos para poder contenerlos en las áreas naturales para estas plantaciones. Como podemos concluir, estas acciones no son más que publicidad con fines electoreros. No se requiere el plantado de árboles y sí el cuidado de los ya existentes.

Felicito al autor del libro Guardianes del tiempo, Carlos Roberto Barrera Jure, por su valiosa aportación. Me uno con la Fundación Sálvate, A.C., para apoyarlo incondicionalmente en esta cruzada por el cuidado de los árboles, patrimonio de nuestra ciudad.

Entre otras cosas, les recomiendo no olvidar este nombre: Alejandra Montserrat Pérez Nahuat, quien, como nuestro admirado Cecilio Perera y otros distinguidos valores lo han logrado, pronto dará mucho de qué hablar para orgullo nuestro, ya que, a sus escasos 20 años, está cursando en la Ciudad de México una importante licenciatura en el arte del Canto Bello y el dominio de varios idiomas que son obligatorios para ser alguien en esta especialidad artística. En un recital privado, nos deleitó y emocionó a conocedores como el maestro Roldán Peniche, experto en el tema, y el tenor Miguel Ángel Mena, quienes la ven como una indiscutible estrella que brillará en el firmamento internacional. Es yucateca.

David Quintal presentó su libro, El ocaso de Caucel, interesante relato novelizado. Costumbres de nuestros antepasados mayas, que David revive con profundo conocimiento y destreza literaria. Es un relato emocionante y bien documentado. Las ilustraciones en el libro son del pintor David Mex, quien no deja de sorprendernos con su creciente maestría.