Palabra que tiene varios sinónimos en nuestro vasto y complicado lenguaje castellano o español, con el que trato de obtener una forma de comunicarme sencilla y lo más usual posible; llamó mi atención por ser una de las máximas que da el iniciador de la comida rápida en el siglo veinte.

Es como otras palabras que se han empezado a usar con más frecuencia y eso ha motivado que algunas de éstas sean incluidas también en los diccionarios.

El líder de la comida rápida a que me refiero, concretamente hamburguesero, inició su carrera exitosa ya casi entrado en los sesenta años de edad y dejó de ser vendedor de batidoras para malteadas a fin de perseguir un sueño que logró hacer realidad usando el nombre de unos hermanos cocineros que operaban en un puesto de láminas preparando alimentos para los obreros de una zona industrial en California.

Fue un gran proyecto que convirtió a este sexagenario en el emperador de la comida rápida vendiendo hamburguesas, aunque curiosamente el producto líder en ventas en esta cadena de tiendas no es la hamburguesa… son las papas.

Entre sus consejos para tener éxito en la vida, él menciona como muy importante e indispensable la PERSISTENCIA.

Posiblemente si hubiera persistido en su sueño diez años antes, no hubiera tenido éxito, porque las cosas tienen un momento justo para acontecer armónicamente en el universo y él, a los casi 60 años, sólo tuvo que seguir la inercia que los acontecimientos le planteaban para conseguir realizar su sueño; era el momento justo y el lugar justo.

Otro evento comercial exitoso fue poner las bodegas de sus establecimientos a la vista del público, y gracias a esa decisión surgen los grandes almacenes de productos al medio mayoreo, que hace 20 años hubieran ofendido al consumidor paseándolo por las obscuras bodegas.

Los que hemos brincado ágilmente la barrera de los 60 años y conservamos energía para seguir avanzando, hagámoslo siguiendo nuestros sueños con PERSISTENCIA.