El diputado incómodo

Una vez más, salen a relucir las diferencias entre el diputado local Marbellino Burgos Narváez, del partido Nueva Alianza, y la dirigencia de la Sección 57 del SNTE.

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Una vez más, salen a relucir las diferencias entre el diputado local Marbellino Burgos Narváez, del partido Nueva Alianza, y la dirigencia de la Sección 57 del SNTE, encabezada por Luis María Aguilar Castillo; esta vez por el tema de la iniciativa de reforma a la ley del Isstey que adiciona un segundo párrafo al Artículo 11 y los artículos 48 Ter y 73 Bis de dicha ley, que buscan frenar la morosidad en el pago de cuotas patronales al instituto, la ampliación del plazo hasta 36 meses para su devolución y la baja de interés que se cobra por el préstamo “plus”, además de crear jubilaciones con el tope de 10 salarios mínimos diarios a través de un esquema que en su diseño contempla ampliar la edad del trabajador para su retiro, así como las aportaciones acumuladas y otras aportaciones extras por parte del asalariado.

En una percepción inicial, parecía que el diputado del Panal contaba con el apoyo incondicional de los dirigentes de la Sección 57, pero, desde la semana pasada, aquéllos dieron marcha atrás en sus intenciones y andan circulando en las redes un mensaje dirigido a sus secretarios delegacionales y representantes de escuelas cuyo texto dice: “La iniciativa en cuanto al incremento del tope de la jubilación ha causado una serie de controversias y, a la falta de claridad de la información, se está generando inestabilidad entre los maestros…”. Aunque en el fondo apoyan la propuesta de su ex líder, la verdad es que ahora la rechazan y no se hacen responsables del uso que se le dé a las firmas de respaldo que se solicitan en documento aparte.

Lo que no aclaran es que este jaloneo entre las abejitas del Panal tiene que ver con un viejo acuerdo cupular desde que la abeja reina (Elba Esther Gordillo) dividió el pastel entre los jerarcas de las dos secciones 33 y 57, de manera que se alternarían la presidencia y las candidaturas a puestos de elección, quedando en esta ocasión la tajada mayor para la Sección 33. Más claro no podía ser, de ahí el deslinde de la Sección 57.

Por cierto, el 13 de septiembre de 2016, el pleno del Congreso de Yucatán aprobó las modificaciones a la Ley para fortalecer y modernizar al Isstey, de manera que, cuando la entidad estatal sea la responsable de alguna mora en el pago de las aportaciones al Instituto no se afecte a los trabajadores en sus derechos y las prestaciones a las que tiene acceso. ¿Se habrá olvidado el diputado de lo que él mismo aprobó?

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