Cientos de maestros yucatecos, directores y supervisores de los niveles educativos de preescolar, primaria y secundaria esperan que en esta Navidad Santa Claus y los Reyes Magos les concedan la dicha de aparecer en las listas de prelación de la evaluación del desempeño profesional como idóneos, ya que, de esta manera, asegurarán su tranquilidad y trabajo al menos por cuatro años más sin ser convocados a nuevas evaluaciones por parte del INEE.

Sin embargo, como suele suceder en las pastorelas decembrinas, el diablo siempre mete su cuchara y complica las cosas al rebaño del Señor; en esta ocasión el drama no fue diferente y contrariamente a lo que se les había prometido a los maestros sobre que la evaluación docente sería más suave o light, la verdad es que se la pusieron más dura que cualquiera de los doce trabajos de Hércules. Las caras largas y desencajadas de los maestros de secundaria que presentaron el 2 y 3 de diciembre pasado fueron la primera señal de la zarandeada que les habían puesto; una semana después, el día 9, la curtida se dedicó a otros niveles educativos, y para mañana sábado 16 desfilarán por el paredón el personal directivo y de supervisión.

Los primeros comentarios de los docentes evaluados fueron que la evaluación resultó ser muy complicada, pues se centró mucho en precisiones sobre propósitos y enfoques que textualmente habían de ser relacionados, ordenados o bien conocerlos casi de memoria. En otros reactivos se plantearon problemáticas que implicaban el cálculo mental operando números fraccionarios o calculando resultados sin la ayuda de la calculadora, cosa que originó las quejas de maestros. En el caso de los maestros de inglés, el examen no les fue aplicado, ya que se buscará otro mecanismo, como la certificación Toefl, para tomárselo en vez del examen.

La desilusión del magisterio muy pronto ha desatado una serie de comentarios, entre ellos el porqué escogieron a los más antiguos a punto de retirarse para ser evaluados de esta manera, donde lo más seguro es que no la brinquen, esta condición los pondría con la espada en la pared para que soliciten prontamente su jubilación dejando buenos sueldos con carrera magisterial para ser otorgados a nuevos maestros en contratos condicionados. Así los hechos que seguramente le costarán muchos votos al partido en el poder, sobre todo cuando López Obrador ya afirma que cancelaría esta evaluación.