Mayúsculo pleito se ha armado entre la doctora Guadalupe Quetzal Hoil, titular de la Dirección General de Educación Básica, y los 38 supervisores escolares de las 266 escuelas secundarias generales federales, estatales y técnicas oficiales registradas en el padrón de la Segey, a raíz de la rezonificación que quiere implantar en ese nivel educativo. Contrariamente a los niveles de preescolar y primaria, donde la medida no causó mayores afectaciones, en este caso, el reacomodo de escuelas despertó el rechazo e inconformidad de todos los supervisores al calificar la acción impositiva de la doctora Guadalupe Quetzal como contraria a lo dispuesto en la nueva reforma educativa cuando plantea: La Escuela al Centro, dice claramente: “Es indispensable pasar gradualmente de un sistema educativo que históricamente se ha organizado de manera vertical por uno más horizontal”, es decir, transitar al cambio a través del trabajo colegiado y no por imposiciones administrativas que pretenden mezclar en una misma zona escuelas técnicas y generales cuyos programas de estudio y formas de organización y trabajo son diferentes.

Entre los argumentos esgrimidos por los supervisores están: el desajuste administrativo al manejar diferentes modalidades de estudio, la reubicación al interior del Estado de escuelas que atendían en Mérida, la distribución dispareja en cuanto a la cantidad de planteles, ya que unos atenderán a más de ocho y otros se quedarán con unas cuatro escuelas, el favoritismo para esconder lugares para ayudar a los amigos, la organización del trabajo inicial del consejo técnico escolar, ya que algunas escuelas iniciaron su proyecto con el trabajo de pares, la forma en que se asignarán cuatro supervisiones de nueva creación, las afectaciones a derechos por los movimientos geográficos entre las nuevas zonas que se pretende crear, la desaparición de la mesa técnica de secundarias, la segregación de las escuelas secundarias particulares, ya que serán atendidas ahora por un “visitador”, la forma en que serán asignadas veinte nuevas plazas para visitadores y las funciones que se les otorgarán, ya que no serán supervisores de base.

Son tantas la dudas e incongruencias que surgen por esta rezonificación que, en verdad, no justifican esta acción, pues, en vez de fortalecer los fines del Modelo de Gestión Regional, sólo genera descontento entre el personal.