La competencia desleal se ha convertido en una práctica lucrativa para las grandes corporaciones: han encontrado un método mediante el cual las pequeñas y medianas empresas se vean afectadas en sus activos, producción, distribución y ventas. En ocasiones el sistema en el que vivimos nos ha llevado a referirnos a diferentes productos de acuerdo con la marca y no la especie o tipo. ¿Quién no ha llamado a servilletas de papel, toallas sanitarias, pegamento o pañales con el nombre de la marca que lidera el mercado o incluso la que ingresó primero? Esto ha llevado a las empresas a querer afectar a sus competidores por hacer referencia a que su producto es único y que el consumidor lo identifique primero le da un carácter distintivo.

Hoy día, una de las empresas que está afectando no sólo la producción nacional sino a los inversionistas extranjeros que hacen negocios en México es una famosa marca de zapatos para playa, ya que, consciente de que su producto es caro, quiere afectar a competidores que producen de igual o mejor calidad el calzado a menor precio, con la intención de convertirse en monopolio y el consumidor final sólo pueda optar por ellos.

No podemos evitar referirnos a un producto o servicio de acuerdo con su marca, ya que ésta viene a individualizarlos. “El que pega primero pega dos veces”, dice el refrán, pero lo que sí podemos hacer como sociedad es repudiar estos actos desleales entre competidores, ya que a la larga el único afectado serás tú, pues al querer adquirir un producto determinado y no tener competencia, estarás obligado a pagarlo cueste lo que cueste. ¿Es el mercado que quieres para México?

Evitemos la competencia desleal, evitemos el monopolio, evitemos seguir apoyando a grandes empresas que abusan del impacto que tienen sus productos en el mercado y que no permiten una verdadera competencia en México.